«Choliseo», para siempre
La controversia en torno a si se le debe poner otro nombre al Coliseo José M. Agrelot es estéril, pues, como ha dicho Luisito Vigoreaux, difícilmente haya una empresa que quiera pagar mucho dinero por ponerle su nombre a una instalación con poca, si alguna, proyección internacional. Lo de que, localmente, conserve su nombre, e «internacionalmente» lleve otro es un disparate digno de mentes calenturientas y enajenadas de la «Milla de Oro.»
La realidad es que el pueblo ya lo bautizó de manera definitiva y para siempre: el «Choliseo», nombre que no necesita explicación entre los boricuas.
La realidad es que el pueblo ya lo bautizó de manera definitiva y para siempre: el «Choliseo», nombre que no necesita explicación entre los boricuas.
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