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Mostrando entradas de marzo, 2009

Por el medio de la calle

Por fin, alguien se ha referido a lo fundamental en este lío de las empresas automovilísticas de Estados Unidos: la poca calidad de sus productos. Yo, por mi parte, si me regalan una de esas porquerías que hacen en Detroit, no la quiero, ni aunque el Gobierno federal honre la garantía. ¿Quién se va a arriesgar a comprar un carro hecho en este ambiente de desmoralización, incertidumbre y nerviosismo en la línea de ensamblaje? Si los hacían mal antes de esta crisis, imagínese el lector ahora. Lo mejor que pueden hacer los americanos es salirse del negocio y dejarle vía libre a los que saben hacer carros buenos y baratos.

En esta orilla

He dicho antes que no pasé de Río Piedras en mis estudios universitarios. Mis hijos fueron mucho más lejos, a Estados Unidos y a Europa, y me alegro por eso. Pero, nunca me he sentido menos, por no haber ido a la Ivy League o a una de esas venerables instituciones del Viejo Continente. Así que, ahora que la situación económica aconseja llevar una vida más modesta, creo que hacen bien quienes «no conocerán otro río que el de su patria.» Valorando lo que esas universidades tienen que ofrecer, lo cierto es que , en gran medida, uno se educa uno mismo, y ahora, con todo lo que hay disponible en la Internet , la tarea autodidacta es mucho más fácil. De manera que Río Piedras luce cada vez mejor que New Haven.

Jurar en vano

¿De dónde sale la costumbre de que haya que tomarle un juramento a las directivas de asociaciones de tal o cual cosa, como si fueran cargos electivos o nombramientos en el servicio público? ¿Hasta ahí ha llegado nuestro proverbial afán de distinción? No es por menospreciar a, por ejemplo, la Asociación de Fotoperiodistas de Puerto Rico, pero, francamente, ¿hace falta toda esa ceremonia, para darle formalidad al compromiso que la directiva debe tener con los propósitos de su entidad? Por otro lado, ¿debe el Juez Presidente del Tribunal Supremo prodigarse en actividades como ésta? Una cosa es tomar el juramento del Gobernador o del Presidente del Colegio de Abogados, y otra es la de hacerlo para entidades que, en el mejor de los casos, podrían ser atendidas por jueces de menor jerarquía.

«Como ladrón en la noche...»

Entiendo las buenas intenciones de los proponentes del «apagón» voluntario, pero creo que la idea podría tener consecuencias no del todo gratas. Por ejemplo, los cacos saben que disponen de una especie de happy hour , para llevar a cabo sus fechorías con la complicidad de una mayor oscuridad. Otros delincuentes de mayor peligrosidad también podrán planificar para hacer lo suyo entre 8:30 y 9:30 p.m., sin tener que esperar más tarde. Estas iniciativas cosméticas - como la de «una noche afuera» y las interminables marchas en repudio de la violencia general o específica contra algún grupo - son actividades simpáticas, pero dudo mucho que tengan algún efecto significativo en el proceder de la comunidad.

Los juegos de manos son malos.

Tomando como ciertos los comentarios hechos por los compañeros de los policías involucrados en la aparente muerte accidental de uno de ellos, me parece que se fue muy condescendiente con una conducta que no debió permitirse, habida cuenta del peligro que representaba para ellos y quienes estuvieran cerca. Los policías no deben hacerse bromas pesadas o enfrascarse en forcejeos o «juegos de muchachos.» Ese comportamiento no es digno de un agente del orden público, revela un grado de inmadurez inquietante y tiene el potencial de degenerar en conducta violenta entre personas armadas. Hay que ser firme e inflexible con quienes incurran en este comportamiento. Las labores policiacas no son cosa de niños.

La hora del saber

Como no soy de los que, por pequeñez, dejo de reconocer los aciertos del adversario ideológico o político, aplaudo la decisión de extender el horario lectivo de clases individuales y del día. Me complace particularmente que la clase de español sea de hora y media en esos primeros grados. No hay duda de que hace falta enseñar más y mejor, sobre todo, habida cuenta de los muchos días libres y otras interrupciones a las labores docentes. Así que la buena fe exige que se acoja con beneplácito esta decisión.

«A la oportunidad la pintan...»

Es una casualidad que no puedo dejar de comentar. En Bélgica, una anciana de 93 años se queja de que no le quieren aplicar la eutanasia, porque no cumple con los criterios legales para ello. A la vez, allá mismo, han detenido a tres mujeres que han asesinado a dos ancianos en su domicilio, llevándoles una tarta narcotizada y luego estrangulándolos. Pues, ahí está. Lo que hace falta es dejar a esas mujeres llevarle una tartita con un poquito de más narcóticos a doña Amelie, y, por su edad y condición, no creo que haya que recurrir a medios más drásticos.

¡Bola al aire!

No es que me parezca mal la iniciativa gubernamental - que no es algo nuevo - de llevar el deporte a las comunidades marginales o pobres, como medida para mejorar la calidad de la vida en esos ambientes. Lo que me parece es que no debemos hacernos de ilusiones, pensando que eso va a tener un efecto significativo en la prevención de los vicios del alcohol y las drogas. La realidad es que, como he dicho antes, el deporte está cundío de gente que consume - dicho sea de paso, con mucho éxito - toda clase de sustancias controladas. Basta con escuchar y ver los medios de comunicación, para comprobar lo que digo. Así que no nos engañemos, y tengamos expectativas realistas acerca de lo que se puede lograr con estos programas deportivos.

Para vencer

En lo que ahora sí constituye la verdadera «Serie Mundial» del béisbol, por segunda vez, Estados Unidos se ve eliminado, dejando a dos equipos asiáticos a luchar por el campeonato. Esta es otra muestra de que la invencibilidad americana es un mito; que la hegemonía deportiva yanqui se acabó hace tiempo, y de que son grandes, sólo si nos arrodillamos ante ellos. Puerto Rico y Venezuela batallaron muy bien frente al Coloso del Norte. La colonia humilló a sus amos, y la tierra del Libertador no se amilanó ante la supuesta superioridad del Tío Sam. Japón, que no pierde ocasión de «vengar» Hiroshima y Nagasaki, les dio la estocada final. Aprendamos la lección del terreno de juego. Hay que «jugar pelota dura» y «caerles a palos» para derrotarlos aquí, en Vieques y en donde sea.

Para definirnos

El rumor de las pretensiones castrenses americanas sobre Vieques pone sobre el tapete, una vez más, la «suprema definición»: yanquis o puertorriqueños. Los que una vez, por oportunismo político o arrastrados por la corriente incontenible del pueblo, se unieron a la lucha ahora tendrán una nueva ocasión de demostrar de qué lado están verdaderamente. Los que hablan de «soberanía dentro de la soberanía de Estados Unidos» y ceden siempre a los intereses «nacionales» demostrarán dónde está su lealtad. Sólo hay una puertorriqueñidad: la que no admite cortapisas ni subordinación a Estados Unidos. La que no quiere que ni la «Isla Nena» ni la Isla Grande sean holladas por la bota del invasor.

Ya no es «aquél.»

Mi padre decía que, llegado cierto momento, los artistas debían retirarse, no presentarse más en público y ni siquiera retratarse, dada su apariencia. Quien lo dude, vea la foto publicitaria de Raphael , en evidente «estado avanzado de descomposición.» El rictus que pasa por sonrisa revela un aspecto cadavérico que demuestra que «50 años después» ya debió dejar los escenarios. Mi padre también decía que lo mejor que uno podía dejar era un buen recuerdo. El otrora «Niño de Linares» no ha aprendido esa lección sencilla.

"The Green License Plate"

La propuesta de que los conductores cuya prueba de aliento arroje 0.2% de alcohol tengan que correr por ahí con una tablilla verde fluorescente me ha dejado sin aliento. Primero, porque yo creía que el porcentaje crucial era 0.08%, para estar oficialmente impedido de manejar adecuadamente. Segundo, porque, con el número de coterráneos y coterráneas que empina el codo, los viernes sociales, nuestras vías públicas van a parecer ríos verdes interminables. Tercero, porque, en esta crisis económica, ¿de dónde va sacar el DTOP los fondos para mandar a hacer todas esas tablillas especiales? Lo importante es sacar a los borrachos de nuestras carreteras, algo que no se logra con medidas cosméticas como ésta. Al senador Seilhamer, otrora baloncelista, hay que cantarle una «falta técnica.»

Mafia cubana

La condena del amigote cubano de Bush, por llevarse $600 mil en clavos de la Cruz, destinados a un engendro conocido como Center for a Free Cuba , retrata una buena parte del activismo del exilio cubano. En los últimos 50 años, el anticastrismo, como un subtema del anticomunismo, se ha convertido en un modus vivendi para un sector de buscones que ha hecho carrera haciendo profesión de fe contra Fidel. Pues, los que una vez regentearon la corrupción en La Habana - o sus herederos, aunque sea espirituales - no se resignaron a perder sus casinos y prostíbulos, y asumieron la identidad de contrarrevolucionarios...por un precio. Otro «cadáver» que Fidel ve pasar.

Ni corazón ni ombligo

Si ya era dudoso que Orocovis fuera el «corazón de Puerto Rico», lo de que sea el «ombligo» me parece una degradación anatómica que no debe admitirse, no importa las razones geográficas que puedan esgrimirse. Bastante tiene ya ese pueblo con ser uno de los olvidados de la montaña, como para que se le denoste de esta manera. Claro que, en un país en que se acostumbra la contemplación existencial del ombligo, quizá no sea mala idea esta designación, que le reporte alguna atención y beneficio.

Fuera de base, fuera de foco

Hay un fuerte olor a busconería en el «caso» contra Bernie Williams. Todo parece indicar que Williams objetó la foto que se le tomó - por razones que uno se puede imaginar, dadas las circunstancias de compañía, hora y lugar - y la «víctima» desoyó los deseos del ex pelotero. Sostener que se ha configurado un «robo» y una «agresión» luce como un intento sofisticado de extorsión. Ojalá prevalezca la sensatez por parte de la joven y del sistema que administra la justicia.

Prohibido pensar

Tiene los días contados en el Vaticano Rino Fisichella, el arzobispo que se ha atrevido a defender a los médicos brasileños que le practicaron un aborto a una niña de nueve años violada por su padrastro. Estoy seguro de que al Santo Nazi no le ha hecho ni chispa de gracia esta desviación intolerable de «la línea del partido.» ¡Cómo es que a don Rino se le ocurre pensar por sí mismo e invocar la «misericordia» en un caso como éste! Para eso está el Papa, quien - en esta época - recibe un e-mail de Dios todos los días, para indicarle lo que debe hacerse en el planeta. ¡Bien por Rino, a quien, seguramente, degradarán a cura y trasladarán a Sicilia, para que la otra Mafia se encargue de él!

El imperio está «acabao.»

El imperio se sigue tambaleando. A la crisis económica - que no respeta ni la aseguradora más grande del mundo ni Blockbuster o Starbucks - se le suma que la colonia zurra a la metrópoli en el deporte que ésta inventó, y que la NASA « no despega.» El pobre Joseph Acabá no acaba de salir para su cita en el espacio, así que ha tenido que esperar una barbaridad, antes de que pueda volver a comer arroz con pollo. Menos mal que lo ocurrido no es atribuible a él, pues, de lo contrario, los americanos, que son locos cogiendo a la otra gente de este planeta de «chivos expiatorios», ya hubieran dicho que el casi boricua tiene la culpa del retraso. Esperemos que Acabá no meta las patas allá arriba...porque son capaces de cortarle el «cordón umbilical» que lo une a la nave y soltarlo hacia el infinito.

Consejos de alcoba

No dudo del buen corazón de Michelle Obama, cuando se conduele de la situación de las familias de los militares de su país destacados en varias partes del mundo. Me parece que lo mejor que ella podría hacer por esa gente es convencer a su marido para que retire todas sus tropas del resto del planeta y se abstenga de intervenir militarmente en países cuya política no es de su agrado. De esta manera, no habrá que lamentar tantos muertos, heridos en cuerpo y alma y familiares desamparados.

Los hijos del Santo Oficio

¡Qué ilusos los padres de los alumnos de Perpetuo - como le dicen los blanquitos y aspirantes a blanquitos que mandan a sus hijos allí - y que pedirle cuentas a la Iglesia Católica, por cómo gasta los chavos de la matrícula! Parece que no se han dado cuenta de que «con la Iglesia hemos topado, Sancho» o, en el idioma que les gusta más, the Rock of Ages. La Iglesia es un reino que no es de este mundo; por lo que no le rinde cuentas a nadie, this side of Heaven. La noción de la democracia participativa es una idea completamente ajena a una organización como la Iglesia Católica. El Papa es un soberano, y el resto de su organización es una monarquía, en la cual se practica la obediencia jerárquica, y no se ven con buenos ojos los cuestionamientos de los decretos papales y otras órdenes del aparato del gobierno de la Iglesia. Así que, a los padres descontentos, más les vale que pongan a sus hijos en una escuela laica. O que hagan votos de obediencia.

Tocados y «tocadas»

Nunca he entendido por qué hay que hacer el ridículo para hacer la caridad. Pongamos por caso los infames desfiles de sombreros del Club Cívico de Damas, una tradición de mal gusto, que ya resulta un anacronismo de marca mayor. Todas esas buenas señoras deberían dedicar ese dinero y tiempo a algo más productivo que ser un hazmerreír social. Esto, al igual que las sororidades, es algo passé , fuera de época - si es que alguna vez se justificó - perteneciente a una especie de «adolescencia» e inmadurez del género femenino. Más que llevar tocados en la cabeza, estas mujeres están «tocadas» de la cabeza.

Colón, donde corresponde

Por fin, parece que comienza a hacerse realidad la designación de Columbus Landing, sector playero en Mayagüez, donde se decía que había desembarcado Colón en 1493. Lo de por qué se conoce ese lugar con un nombre en inglés es algo que sólo se explica por la disparatada historia nuestra. De todas maneras, la ubicación de la cabeza del monumento al Gran Almirante - que una vez se pretendió poner en Cataño, por sueños beodos de«El amolao» - es un buen paso hacia la rectificación histórica, para poner a la «Sultana del Oeste» en el lugar que le corresponde en la larga y triste historia de esta colonia. ¡Quién mejor que Colón para recibir a los viajeros que llegan en las naos modernas a ver cómo viven los «indios» de Mayagüez!

2009, no 1509

Hay que aplaudir la decisión de Obama de darle primacía a la ciencia sobre la estupidez de la religión, que pretende condenar a la Humanidad al atraso y la ignorancia. Hay que jamaquear «el árbol de la Ciencia», tumbar sus frutos y comer de ellos sin mojigaterías ni reticencias. El cerebro es para usarlo en beneficio de la especie humana, no para hipotecárselo a las iglesias. El sufrimiento humano no es nada noble ni debe ser visto como una antesala necesaria para disfrutar de «la vida eterna.» No se puede seguir permitiendo que el oscurantismo, disfrazado de fe, apague la luz del entendimiento.

Solidarias con «el nene»

Por lo que se publica, parece haber un frente femenino solidario con Acevedo Vilá. Muy bien: cada uno echa su suerte con quien le parece. Martí lo hizo «con los pobres de la tierra.» Estas compatriotas lo hacen con un acusado de cosas feas. Mención aparte merece Elba, la hermana de Aníbal, quien, luego de admitir su falta, ha tenido el pudor de no dar la cara por el tribunal. De paso, uno se pregunta: ¿No le dijo Elba a su hermano, el desmemoriado, que había hecho «donativos ficticios»?

Lloriqueo 101

Supongo que las feministas están de plácemes con la noticia de que la Legislatura anda considerando ordenar que se cree un «bachillerato en Estudios de Género.» En primer lugar, ¿desde cuándo es función legislativa dictar el contenido curricular universitario? De lo que no tengo idea es de qué consistiría una cosa así, y para qué serviría. Una cosa es que se ofrezca algún curso electivo sobre estos asuntos, y otra muy distinta, que se eleve a la categoría de un bachillerato. Impulsar un programa de reivindicaciones para la mujer es un objetivo justo y razonable, pero eso no debe llevarnos a complacer cualquier embeleco que a alguien se lo ocurra.

Mi número predilecto

Es verdad que el dinero siempre hace falta, sobre todo a una entidad sin fines de lucro en esta época de graves carencias. Pero, si yo fuera miembro de la Junta de Directores de los Centros Sor Isolina Ferré, me hubiera opuesto a recibir un donativo de $ 666 mil. O hubiera pedido mil pesos más o menos, pero nunca una suma con «el número de la Bestia.» Es de todos sabido que «el dinero es la fuente de todos los males.» Esperemos que esta suma signada satánicamente no traiga consecuencias apocalípticas a la obra de Sor Isolina. Yo, que soy un descreído, estoy dispuesto a sacrificarme y recibirla, para evitarle desgracias a gente tan noble.

Detroit, R.I.P.

No puede ser «noticia» que General Motors esté a punto de quiebra; lo raro es que no haya quebrado hace mucho tiempo. No se pueden fabricar vehículos de mala calidad carísimos, y esperar que el negocio no se afecte. Si Detroit no acepta esta verdad y no hace algo para corregir su rumbo, entonces no la salva ni Washington con todos sus dólares. Sobre todo ahora, que las cosas están tan malas para todo el mundo, el que tiene unos pesitos los va a invertir en un carro japonés o coreano, de probada calidad por mucho tiempo, en vez de aventurarse con la chatarra que fabrican en Michigan. A los americanos les va a ser muy difícil - yo diría que ya es imposible - recobrar la confianza de sus propios consumidores, mucho menos la de otras latitudes.

Una música celestial

Contrario a lo que alegan los dominicanos, la «música de Papá Dios» no es el merengue, sino el jazz. Por lo menos, eso alega Charlie Sepúlveda, excelente trompetista nuestro, que le acredita su buena fortuna a la asistencia a la iglesia. Tampoco puede pasarse por alto que ahora tiene de colaborador musical al cuatrista Christian Nieves. Quizá el Señor se cansó de tanto merengue chabacano y vulgar, y decidió respaldar algo de mayor calidad y categoría musical. Sea como fuere, me alegra que a Sepúlveda le vaya bien, pues su talento merece reconocimiento...aunque su trompeta no tumbe las murallas del Morro.

Hagamos menos con menos.

Me parece que las dificultades económicas por las que pasa gran parte del planeta deben redundar en un replanteo de la forma de vivir de mucha gente. Creo, por ejemplo, que hay que acabar con el consumo dispendioso en todos los órdenes, incluso en el de la alimentación. No viene nada mal comer menos; así rebajaremos de peso y nos sentiremos mejor. Gastemos menos en todo, y pronto veremos que es posible vivir bien sin tantas cosas superfluas y chucherías. En este respecto, podremos vivir con menos ingresos porque tendremos menos gastos.

Hagamos que nuestro sueño sea su pesadilla.

¡Hay colonia para rato! Por lo menos, eso es lo que se percibe de la continuidad en la estructura gubernamental de Washington para bregar con la situación de Puerto Rico. Por ahora, no se ve un cambio en el mismo ente amorfo y difuso, con burócratas de bajo nivel, que se supone que «atiende» el caso de Puerto Rico. Y es que, unless the natives get restless , el Gran Padre Negro no va a mover un dedo para resolver algo que no se le presenta como un problema. Así que, empecemos a marchar, entonando We shall overcome...

¡Que vean el seto!

Si a estas alturas usted necesita que le expliquen otra vez el asunto de la conversión a la televisión digital y lo que ello conlleva, a usted no le deben permitir ver televisión...ni salir a la calle. El colmo del paternalismo es la iniciativa de Ramón Luis II, en Bayamón, para «orientar» a sus ciudadanos sobre esta cuestión. Me imagino que es que Ramón Luis I está desorientado sobre el particular, y de ahí surgió la idea de gastarse $25,000 en este proyectito. ¿No habrá algo mejor en que invertir ese dinero en la «Ciudad del Chicharrón»?

Mi mamá tenía razón.

Los informes recientes acerca del efecto real de los suplementos vitamínicos confirman que Hipócrates tenía razón, cuando, hace cuchucientos años, dijo: «Que tu alimento sea tu medicina.» Todo parece indicar que el consumo exagerado de vitaminas no hace bien, y posiblemente haga mal. Los altos niveles de cualquier sustancia irritan el cuerpo, y lo obligan a filtrar y procesar cantidades excesivas que, a largo plazo, dañan órganos y sistemas. Como decía mi mamá, que comiendo poco llegó hasta casi 87 años: «Todas las exageraciones son malas.»