Ni el médico chino

El Dr. Vázquez Quintana, a quien hay que reconocerle el mérito de haber dado uno de los primeros campanazos para alertar sobre el rossellato, da muestras de sus actitudes de clase profesional. Su demanda contra la abogada que "osó" llevar el caso de impericia médica en su contra es un claro intento de intimidar a los abogados en su gestión profesional. Aparentemente, al doctor lo que le ha molestado es que la aseguradora le ha aumentado la prima del seguro contra impericia. Aduce que el caso no se debió haber llevado porque no contaba con prueba pericial a su favor. ¡Bendito, doctor, pero, si es que la cofradía médica apenas permite que uno de ustedes testifique en contra de otro de ustedes!

En todo esto parece que ha habido intervención divina. Una biopsia reveló que la paciente que demandó tenía un tumor canceroso en la tiroides. Después que Vázquez Quintana se la sacó, el informe de patología fue negativo. ¡Milagro! Ahora habrá que encomendarse al Señor para saber cuál de los dos análisis es el correcto. O será que la biopsia se la hicieron a otra paciente...

Comentarios

José Fernando Velázquez ha dicho que…
En una entrevista radial hecha el viernes, a raiz de su noticia, el buen médico perdió el balance cuando, por medio de la periodista, un oyente le preguntó algo importante, cuya respuesta dramatizó su verdadera actitud y la de la mayoría de la cofradía. Tartamudeando, contestó que no sirve de perito en favor de víctimas de impericia médica; solo a favor de médicos y hospitales. Queriendo bailar en la casa del trompo y con las manos, según dirían sus colegas MD's: "sépticas".

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