Mester de porquería

La verdad es que disputarse la paternidad del reguetón "no tiene madre." Por mí que se la adjudiquen a los panameños; éste es uno de esos casos en que "botaron la criatura y criaron la placenta", musicalmente hablando. Fuera de unos cuantos que se han enriquecido con esa bazofia, el mundo estaría mejor sin ese adefesio ¿musical? Y todavía hay gente reputadamente cuerda y seria que ha llegado a afirmar que esto es un nuevo "mester de juglaría" o algo así.

Debería haber un círculo del infierno dedicado especialmente a quienes crean eso.

Comentarios

Roberto Ariel Fernández ha dicho que…
Alberto:

Me interesa el aspecto sociológico y cultural del llamado "reguetón." En una ocasión estaba transitando en la carretera 3, ya en Carolina, en dirección este, y la fealdad del área inmediatamente la relacioné con ese género, muchos de cuyos "intérpretes" se criaron en esos lares. El entorno urbano boricua, particularmente opresivo y feo en San Juan, Carolina, Bayamón, difícilmente produzca una música "urbana" sublime o de valor estético.

Añádele otros factores: 1) La pobreza educativa y formativa de los jóvenes boricuas, quienes nunca aprenden ni a expresarse en su idioma (olvídate, por lo tanto, de adquirir conocimientos y destrezas de pensamiento crítico); 2) La ausencia de orgullo en hacer lo que sea que hagamos, con calidad y con arte; 3) Los estándares tan bajos que tenemos, y las expectativas igualmente bajas.

Eso y más produce, no digo yo el reguetón, sino toda una cultura de la mediocridad. Esa mediocridad se refleja, por supuesto, en los legisladores boricuas, quienes llevaron a cabo vistas públicas bajo el liderato de la "genial" Velda González, para censurar el reguetón, en lugar de estudiar la descomposición socio-cultural que explica esa "música" y tantas cosas peores: la deserción escolar, la sub-cultura de la droga, la paternidad y maternidad en adolescentes, la desesperanza, la ignorancia del ser, etc.

A la criada malcriada y a sus ineptos colegas no se les ocurrió plantearse si el reguetón y su popularidad entre los jóvenes es un síntoma más del fracaso del proyecto "estadolibrista" y, por tanto, también "anexionista" de esos inútiles partidos coloniales. No se lo plantean porque viven y se enriquecen mientras se mantenga lo que hay.
Alberto Medina Carrero ha dicho que…
Roberto:

Sociología aparte,si tuviera calidad,todo se le podría perdonar. "Canario" no era un intelectual ni era de familia acomodada, pero su producción tiene méritos. De los peores ambientes y circunstancias personales han salido creaciones artísticas valiosas. El problema es que este género ni es música ni es poesía; es un calco feísimo de ese otro adefesio - el "rap" - con un ritmo idiotizante y monótono.

Eso es lo imperdonable.
Roberto Ariel Fernández ha dicho que…
Alberto:

Coincido contigo. Louis Armstrong, Ella Fitzgerald, Billie Holiday, Frank Sinatra, Pedro Flores, Rafael Hernández, Tito Puente, Maelo Rivera, Rafael Cortijo, Billy Joel, ninguno de ellos ni tantos otros nació precisamente "en cuna de oro." La calidad de su trabajo en el arte de la música es, por supuesto, indisputable.

Pero aquí la "diva" por muchos años ha sido Olga Tañón, otra que se suma a la larga lista de los que, si fuera por mí, tendrían que dedicarse a otra cosa para ganarse la vida. Y los del reguetón están, claro está, en el grupo de la Tañón, aunque un escalafón o dos más abajo que ella, precisamente por lo que tú apuntas sobre la ausencia de arte y de poesía en ese "género."

Insisto, sin embargo, en mi tesis de que la basura del reguetón es un síntoma más, y no el más pernicioso, de la patología socio-cultural boricua.

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