Un mal precedente
Me ha parecido una falta de criterio del nuevo juez del Supremo la efusividad con la que ha abrazado a Rivera Schatz y tanta pose fotográfica con los legisladores que lo confirmaron «al vapor». Parte del decoro judicial es mantener una distancia prudente de los poderes políticos. Debió bastar con un apretón de manos y unas gracias dichas sobriamente. Lo demás ha dejado una impresión de amiguismo y de ser miembro de una cofradía partidista e ideológica.
Se viven otros tiempos.
Se viven otros tiempos.
Comentarios
Nada, que el circo nunca cerrará en este País y los cánones de ética son cosas del pasado y de "ortodoxos" echapados a la antigua; como yo en este aspecto.