No cejan en el engaño.

Los soberanistas han publicado un nuevo catecismo, para tratar de explicar lo inexplicable. Hay que tener una gran dosis de soberbia para, de entrada, arrogarse el derecho de cambiar el significado de las palabras. Por ejemplo, la palabra «soberanía» ya no significa lo que usted y yo sabemos; por lo menos, en Puerto Rico no. Ahora, se puede ser «soberano» y que otro país tenga injerencia directa en ciertos asuntos, digamos, como es el caso de la Corte de Estados Unidos en Puerto Rico. ¿Se imagina alguien un tribunal brasileño en Argentina?

Hombre, ésta es la misma engañifa de siempre, para tratar de seguir pescando votos de independentistas «tibios». La única y verdadera soberanía es la suma de todos los poderes políticos sin que haya una autoridad por encima de ella, es decir, la independencia nacional. Y ésa no necesita manuales ni explicaciones de cuadratura del círculo.

Comentarios

Roberto Ariel Fernández ha dicho que…
Ayer y antier, Gallisá le dio duro a Ramón Luis Nieves, autor de dicho libro. Es el mismo Nieves cuyo libro anterior ("ELA del siglo XXI) critiqué en el artículo que publicamos cuando eras editor de la Revista del Colegio. Nieves mismo me dijo que había leído mi artículo, para el cual, por supuesto, no tiene argumentos de refutación. No porque yo sea más capaz, sino porque hace tiempo decidí irme del lado de la verdad. Y él sigue en la ambivalencia.

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