El Evangelio según San Luis
Como si no hubiera suficientes razones para combatir el gobierno de Fortuño, su afán de congraciarse con los sectores religiosos más rígidos amenaza con retrotraernos al oscurantismo de las teocracias. La pesca de votos «evangélicos» lo lleva a coquetear con sustituir el Código Civil con el Viejo Testamento y el Código Penal con los Diez Mandamientos. En una época en que el mundo denuncia el fanatismo religioso del Islam, aquí vamos camino de nombrar un cuerpo de Ancianos Gobernantes en el «Templo» de Santa Catalina.
Las iglesias - todas - tienen perfectísimo derecho de predicar hasta quedarse roncas, para convencer a la gente de que actúe de acuerdo con sus preceptos. Pero, esos preceptos no pueden ser impuestos por leyes o enmiendas constitucionales, pues ésos son los leños para la «hoguera».
Las iglesias - todas - tienen perfectísimo derecho de predicar hasta quedarse roncas, para convencer a la gente de que actúe de acuerdo con sus preceptos. Pero, esos preceptos no pueden ser impuestos por leyes o enmiendas constitucionales, pues ésos son los leños para la «hoguera».
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