«Fast track» para los «four track»
La dificultad para aprobar legislación más estricta sobre el uso de los vehículos todoterreno estriba en dos cosas: estupidez social y flojera legislativa. La primera se manifiesta en las objeciones y la oposición de un sector de irresponsables que insisten en matarse y matar a otros con la insensatez de manejar esos vehículos de forma impropia. Al igual que los defensores de los pitbulls, se niegan a aceptar la realidad, y persisten en su temeridad. El resultado está a la vista: continúan las muertes y los graves daños.
Correspondiendo a esta locura, los legisladores -- siempre temerosos de perder votos -- no saben cómo meterle el diente a este problema de seguridad pública, sin enajenarse a estos enajenados que también votan. En consecuencia, la Cámara de Representantes y el Senado no logran ponerse de acuerdo al respecto, mientras se sigue matando gente y aumenta el costo social de este desquicie.
Hace falta un proceso legislativo fast track para atender el problema de los four track.
Correspondiendo a esta locura, los legisladores -- siempre temerosos de perder votos -- no saben cómo meterle el diente a este problema de seguridad pública, sin enajenarse a estos enajenados que también votan. En consecuencia, la Cámara de Representantes y el Senado no logran ponerse de acuerdo al respecto, mientras se sigue matando gente y aumenta el costo social de este desquicie.
Hace falta un proceso legislativo fast track para atender el problema de los four track.
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