Un castigo real

No se puede perder toda la fe en la justicia. El veredicto condenatorio del alcalde de Vega Baja en 18 de cargos de soborno reivindica en algo a nuestro sistema. Parece que la desfachatez de Santana fue demasiada, y superó el tradicional «ay bendito» nuestro.

Ahora hay que completar el trabajo de adecentamiento de la gestión pública, con una sentencia que corresponda a los delitos cometidos. Se señala que la sentencia puede oscilar entre 8 y 15 años por cargo, por lo que el mínimo sería 144 años de reclusión. Podría salir bajo palabra cuando cumpla 115 años de prisión.

Eso, en teoría. En la práctica, se aplicarán disposiciones que reducirán sustancialmente la pena. Yo me conformaría con que cumpliera un año por cada cargo, es decir 18 años completitos. De verdad.

Comentarios

Jaime Riera Seivane ha dicho que…
Somos dos. Por lo menos que pase un tiempo en prisión.

Al jurado le daría una proclama o reconocimiento legislativo (contando con el voto disidente del Presidente del Senado), ya que para eso es lo único que sirven.

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