Balcones, patios y rejas

A Córdoba fuimos con dos propósitos principales: conocer la Mezquita y apreciar la Fiesta de Patios Cordobeses y el Concurso de Rejas y Balcones.

La ahora Catedral y antigua Mezquita es impresionante, desde todo punto de vista, incluida la mala leche cristiana de haber injertado o sobrepuesto su templo al templo musulmán. El resultado es, francamente, un disparate magnífico, pero disparate arquitectónico al fin. Si se quiere, habría que reconocer el «mérito» de no haber demolido el templo original.

Los patios de casas privadas que se abren al público son muy bonitos, aunque la actividad se afecta un tanto por la falta de una buena señalización para encontrarlos. El mapa preparado por el ayuntamiento no es muy fiel a la realidad de calles y callejuelas laberínticas, eco del pasado musulmán. Por lo tanto, no resulta tan fácil dar con ellos. Mas, ciertamente, se trata de una tradición con mucho arraigo, que deleita al visitante. Igualmente, la decoración de rejas y balcones, como complemento de los patios. Los cordobeses sienten un evidente orgullo por aderezar sus viviendas con flores y plantas variopintas.

Es una pena que en este rincón del mundo hayamos perdido mucho del gusto por embellecer nuestras casas de una forma natural y sencilla como ésta que se practica de manera tan brillante en Córdoba.

Comentarios

Jaime Riera Seivane ha dicho que…
Alberto: ?Visistates la columnas del antiguo templo romano?

Córdoba es una ciudad embriagante. En su río hay un molino de agua que tapado por la vegetación y en una de sus tantas islas ribeñas hay vestigios de estructuras moriscas.

En cuanto a sus calles, coincido contigo; son puro laberintos exquisitos y alucinantes. Su Plaza Mayor es formidable, sencilla, pero impresionante.

De Córdoba hasta el museo judío vale la pena ver.

Me alegro que estés de regreso y que hayas disfrutado con Brenda y tu familia en Europa.

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