Medinadas

Lo ocurrido al joven doctor que puso las infames fotos en Internet es un reflejo de la práctica imbécil de compartir la vida privada - incluso aspectos íntimos - con el universo cibernético. Mucha gente se ha deslumbrado con esta maravillosa herramienta, y cree que el resto de la humanidad tiene un interés extraordinario en saber el mínimo detalle de lo que hacen continuamente. El afán de protagonismo lleva a la imprudencia, la indiscreción y la falta de pudor. Este medio tiene una enorme capacidad de difusión que puede usarse para bien o para mal. Queda de parte de cada usuario ejercer su mejor criterio para no caer en excesos de mal gusto o vulgaridad.

La enajenación de algunos colonizados es tal que se niegan a ver la realidad palpable. Hernández Mayoral pretende hacernos creer que el caso de Las Marianas, en el cual Estados Unidos reclamó exitosamente su autoridad sobre asuntos migratorios, se resolvió de esa manera porque en el pacto se había dispuesto que ello quedaría en manos de Estados Unidos. La implicación es clara: de haber sido lo contrario, Las Marianas hubieran prevalecido. ¡No me diga! La realidad es que esos pactos son de embuste. Estados Unidos - que no respeta ni a los países grandes e importantes - menos va a respetar a the islands , incluida la nuestra. Aparte de que estoy seguro de que el cacareado crecimiento o desarrollo del ELA no incluye que Puerto Rico tenga jurisdicción sobre la inmigración. Por supuesto, José Alfredo no cree en el más mínimo desarrollo del ELA, pues es uno de los happy colonials , al decir de Juanma García Passalacqua. Por lo tanto, él está contentísimo con que los americanos se sigan...

Dejando a un lado lo de pr. gov , la página cibernética del Gobierno no es algo nuevo, pues hace años que funciona. En honor a la verdad, el gobierno electrónico fue una iniciativa del PNP y de Kenneth McClintock, concretamente, y hay que reconocer y agradecer este proceso de modernización de la gestión gubernamental. Es posible que se le hayan añadido funciones, pues la meta tiene que ser que casi todas las gestiones puedan hacerse por Internet , pero, repito, no se trata de algo nuevo, sino de la continuación de un esfuerzo que se realiza desde hace algunos años. De todas maneras, es importante que la gente conozca de este portal cibernético, pues cada día más ciudadanos se incorporan al mundo virtual, y ello le facilitará la vida grandemente.

El proyecto de ley que le concede un aumento de sueldo sustancial al Contralor presenta la cuestión interesante de que una de las responsabilidades de este funcionario es velar por que se dé el mejor uso a los fondos públicos y se eviten los gastos extravagantes. Un chusco diría que aumentarle el sueldo de $126,000 a $145,000 es precisamente una extravagancia, sobre todo ante el cuadro actual de las finanzas públicas. Sería bueno ver si el Contralor se aplica la vara que le aplica a los demás, y termina rechazando su aumento.

Esto de que el nuevo Presidente de la Universidad de Puerto Rico «debe garantizar la calidad educativa» es una asignación imposible. Hay demasiados factores que inciden en ello, y una sola persona no puede responsabilizarse por algo así. Primero, habría que tomar unas decisiones dificilísimas de implantar. Reducir el tamaño de la UPR, por ejemplo. Hay demasiados estudiantes, muchos de los cuales no tienen la capacidad para desempeñarse decorosamente al nivel universitario. Garantizar el acceso a la educación no debe significar que haya un derecho absoluto a ser admitido y, sobre todo, mantenido como estudiante universitario. También hay que hacer un «resaque» de profesores seniles o incompetentes, que no deben estar en las aulas. Estas dos medidas harían mucho por mejorar la calidad educativa, pero dudo mucho que alguien se atreva a siquiera proponerlas.

Hoy cumplo 60 años, lo cual quiere decir que, de acuerdo con la ley de Puerto Rico, soy, oficialmente, una «persona de edad avanzada», o sea, un viejo. El espejo me lo ha confirmado. Pues, muy bien. Tiempo ha que muy pocos llegaban a esta edad, y si lo hacían, no era en las mejores condiciones. No me quejo; estoy vivo, tengo salud y creo que unos añitos de mucha productividad por delante. El tiempo dirá...

La saña con la que reacciona alguna gente a la ley que dispone una tarifa fija para el consumo de agua y de luz en los residenciales públicos es muestra de una actitud hostil contra los pobres. Si bien puede haber quien viva en un caserío, sin merecerlo económicamente, dudo mucho que ése sea el caso de la inmensa mayoría. Peor aun es el hecho de oponerse porque se es de la «sufrida» clase media. El próximo que diga que la clase media es «el jamón del sandwich » debería atragantarse con uno. Hay quien llega a decir que «los pobres viven lo más bien porque el gobierno se lo da todo». No conozco a un miembro de la clase media que quiera ser pobre, para aprovechar todos esos beneficios, ni a un pobre que no aspire a ser de la clase media, a pesar de todos los «sufrimientos» de ésta.

Yo sé por qué Zelaya ha escogido a la República Dominicana como su próxima parada en el periplo de su exilio. Allá lo van a recibir con todos los honores de un jefe de Estado - que lo es legítimamente - pero, sobre todo, con merengue...y «Presidente».

Puedo entender la satisfacción con la llegada de las dos grúas al llamado Puerto de las Américas en Ponce, pero que haya habido «algarabía» o «euforia» por el asunto me parece que nos coloca en el nivel de los indígenas que se deslumbraron con las cuentas de colores que los conquistadores les regalaron. Somos un pueblo provinciano, y en estas cosas se nos sale la imbecilidad de la vida pueblerina. Como diría Odette Piñeiro: " Grow up, Ponce!"

No entiendo el cacareo de los supuestos soberanistas en el PPD ante la resolución que los declara persona non grata. Creer que ese partido, de tan fuerte vocación colonial y electorera, va a cambiar su rumbo para complacer a dos o tres «plumitas liberales» es tan ingenuo como creer en esa soberanía aguada que ellos predican. Si esa gente se respeta a sí misma, sólo tiene una opción: destetarse del PPD y fundar el Partido Soberanista Puertorriqueño o algún otro engendro similar. Lo cierto es que los colonizados son sumamente creativos, a la hora de defender la sumisión en la que les gusta vivir. Ahora hay dos soberanías: la del pueblo y la del Estado. La primera es la que le permite votar a la gente para escoger su propia degradación en la colonia; la segunda es la verdadera, la independencia, según ellos mismos admiten. Por supuesto, el PPD se conforma con la primera, pues son los que, en 1873, hubieran abogado por que se le consultara a los esclavos si querían seguir siéndolo.

Ojalá se concreten los planes de que líneas aéreas europeas ofrezcan vuelos semanales a y desde Puerto Rico, a ver si así salimos un poco del «encierro» al que nos tienen condenados las de Estados Unidos. Viajar a Europa y a otros destinos es un verdadero fastidio, cuando se tiene que hacer, casi invariablemente, a través de Nueva York o Miami, por el costo y el tiempo adicional que ello supone. A lo anterior hay que añadir la mala calidad del servicio de ciertas aerolíneas americanas, cuyo monopolio u oligopolio de nuestro mercado nos tiene a su merced. Es hora de que nos «abramos al mundo y que el mundo se abra a nosotros», al decir de Juan Pablo II, para que rompamos el cerco cultural y económico dentro del cual nos tiene el coloniaje.

Se podía apostar dinero seguro a que Figueroa Sancha iba a devolver el informe acerca del zafarrancho en el que estuvo involucrado Santini en la «cafretería» Betsy en Caimito. Un informe que exonera a los policías, de ordinario, hubiera sido de satisfacción para el Superintendente. Pero, en este caso, ello inculpa al Alcalde; así que hay que buscarle todos los defectos posibles al informe. Se habla de enviar el informe a Justicia, donde, seguramente, el Ministerio Público ejercerá su «discreción», alegando «falta de pueba creíble»o «duda razonable» para no proceder contra el alcalde. " Such is justice."

Se denuncia que el fabricante de miras telescópicas para armas de alto calibre que usa el ejército americano en Afganistán e Irak les coloca referencias bíblicas. La discusión comienza a girar en torno de si ello viola una prohibición contra el proselitismo religioso. Pero, más allá de ello, hay una cuestión ideológica de por medio que no se puede soslayar: el tufo a Guerra Santa llega hasta acá. Son las Cruzadas otra vez; las miras telescópicas tienen la bendición de Dios para acabar con esos hijos del diablo. Los integristas islámicos tienen su contraparte en los fanáticos bíblicos.

Que Madonna no anda bien de la cabeza no debe sorprender, pero la noticia de que la mesada de su hija de 13 años asciende a $11 mil semanales es un indicio claro de cuán enajenada está. Parece que la Material Girl no ha aprendido la lección de la recientemente fallecida heredera de la fortuna Johnson & Johnson, el caso más reciente de una larguísima lista de poor little rich girls. Yo ella se la encomendaba a la Madonna original.

Tal parece que el viejo consejo médico de «tómese dos aspirinas» ya no es muy aconsejable. Aunque no es lo mismo, pero, para todos los efectos prácticos, Tylenol ha sustituido a la aspirina en muchos casos, por lo que esos retiros del producto que se han producido en estos días afectan la confianza general en el analgésico. Tantos golpes de pecho de la industria farmacéutica sobre el control de calidad y de la FDA como protectora de la salud pública, y ahí tienen esos medicamentos con moho u olor a moho, por lo que quien los ingiere vomita hasta el verde de las tripas. Una vez más, se demuestra que la superioridad de las empresas y las instituciones americanas es puro cuento.

Mientras Detroit se sigue hundiendo, las grandes automotrices asiáticas como Mitsubishi y Suzuki y europeas como Peugeot y Volkswagen se combinan para producir carros buenos a precios razonables. Obama debería darse cuenta de que la industria automotriz americana es cosa del pasado, algo digno de figurar en el Smithsonian , como una curiosidad histórica o una reliquia, y dejar de botar el dinero de los contribuyentes para tratar de salvarla. Es de sabios rectificar a tiempo, y empecinarse en mantener a flote artificialmente una industria que no cuenta con el respaldo del consumidor - ni siquiera el americano - es un dislate mayúsculo. La realidad económica tiene que imponerse ante consideraciones del ego nacional lastimado.

Hace un tiempo vengo notando una práctica «engañosita» en ciertos anuncios en televisión de propiedades para la venta. Se trata del uso de lentes que distorsionan un poquito la imagen, con el propósito evidente de hacer que se vea más «grande» el apartamento o la casa que se muestra. El truco de cámara se nota porque la imagen, en sus bordes, se ve algo curva, de manera que las paredes y los espacios tienen esa forma. Ésta es una muestra más de la falta de honradez rampante en el sector de la construcción y de la banca hipotecaria, que viven pidiendo - y obteniendo - créditos contributivos e incentivos económicos de todas clases, y dándose golpes de pecho como los salvadores de la patria.

Lo que en Puerto Rico se ve como una gran cosa - recibir fondos del gobierno de Estados Unidos para casi todo - es, además de una lastimosa prueba de dependencia, una pejiguera con alcances, a veces, insospechados. La injerencia del gobierno federal, en ocasiones, causa más problemas que los que resuelve. Generalmente, hay que crear una estructura gubernamental para administrar esos fondos, y entonces es necesario desarrollar e implantar controles de todas clases y sistemas de evaluación de los programas o proyectos financiados con esas aportaciones. En fin, una burocracia de madre, para complacer a los americanos. Lo del Departamento de Educación es un ejemplo reciente de esta práctica de comprometerse con ese sistema. A veces, sería mejor no aceptar fondos, y poder desarrollar nuestro gobierno de acuerdo con nuestras necesidades y nuestros criterios, sin estar subordinados a la opinión de los burócratas de Washington, D.C.

El afán del partido de gobierno, antes y ahora, de elevar al procerato a Luis Ferré los lleva a hacer el ridículo. La Ley 101, aprobada el 27 de septiembre de 2009, dispone que « el desvío norte en el Municipio de Yabucoa » lleve el nombre de Ferré. Ya sabemos que el Expreso 52 tiene su nombre y el Centro de Bellas Artes de Santurce también. Pero, ¿un desvío? ¿Qué será lo próximo...un callejón? Si yo fuera de los Ferré Rangel, no le vería la gracia.

Los soberanistas han publicado un nuevo catecismo, para tratar de explicar lo inexplicable. Hay que tener una gran dosis de soberbia para, de entrada, arrogarse el derecho de cambiar el significado de las palabras. Por ejemplo, la palabra «soberanía» ya no significa lo que usted y yo sabemos; por lo menos, en Puerto Rico no. Ahora, se puede ser «soberano» y que otro país tenga injerencia directa en ciertos asuntos, digamos, como es el caso de la Corte de Estados Unidos en Puerto Rico. ¿Se imagina alguien un tribunal brasileño en Argentina? Hombre, ésta es la misma engañifa de siempre, para tratar de seguir pescando votos de independentistas «tibios». La única y verdadera soberanía es la suma de todos los poderes políticos sin que haya una autoridad por encima de ella, es decir, la independencia nacional. Y ésa no necesita manuales ni explicaciones de cuadratura del círculo.

Pues tendrá que desmantelar la Policía. La fanfarronada de Figueroa Sancha, al efecto de que va a destituir a los jefes policiacos que no cumplan con unas cuotas de reducir el crimen en sus respectivas áreas, es un desatino y una destemplanza digna de...destitución. Una cosa es exigir ahínco en el cumplimiento del deber, y otra muy distinta es amenazar con botar gente que no pueda cumplir con metas inalcanzables. La lógica sencilla es que, en última instancia, habrá que despedirlo a él, cuando el crimen no se reduzca, cosa que es casi segura. Este tough-guy approach - como diría Odette Piñeiro - suena bien en una película de Clint Eastwood, pero no funciona en la vida real. La realidad es que, por más que la Policía se esfuerce, la delincuencia sigue rampante, pues no se puede tener un guardia en cada casa y en cada esquina del país las 24 horas del día los 365 días del año. Vivimos en una sociedad profundamente enferma en muchos sentidos, y cuando una sociedad se decide a delinqu...

Hay que desearle mucha salud a Carlos Delgado en esta próxima temporada, para que llegue y pase de los 500 cuadrangulares, pues, a juzgar por lo de Alomar, va a tener dificultades para entrar al Salón de la Fama. Lo cierto es que su rendimiento ya no es el mismo, y ésta podría ser su última temporada. La pasada casi no la jugó por lesiones; así que es ahora o nunca. Tiene en contra - además de ser negro y latino - que su promedio al bate no es sobresaliente; mucho menos su defensiva en primera base. Siempre se ha dicho que los 500 cuadrangulares y los 3,000 incogibles son las marcas que «aseguran» la entrada a Cooperstown. Los 3,000 no son posibles, así que va a tener que ser a macetazo limpio que el aguadillano tumbe la puerta de la inmortalidad beisbolística.

Como si no hubiera suficientes razones para combatir el gobierno de Fortuño, su afán de congraciarse con los sectores religiosos más rígidos amenaza con retrotraernos al oscurantismo de las teocracias. La pesca de votos «evangélicos» lo lleva a coquetear con sustituir el Código Civil con el Viejo Testamento y el Código Penal con los Diez Mandamientos. En una época en que el mundo denuncia el fanatismo religioso del Islam, aquí vamos camino de nombrar un cuerpo de Ancianos Gobernantes en el «Templo» de Santa Catalina. Las iglesias - todas - tienen perfectísimo derecho de predicar hasta quedarse roncas, para convencer a la gente de que actúe de acuerdo con sus preceptos. Pero, esos preceptos no pueden ser impuestos por leyes o enmiendas constitucionales, pues ésos son los leños para la «hoguera».

La denuncia de que el abuso sexual contra menores recluidos en centros carcelarios de Estados Unidos tiene proporciones epidémicas es parte de la desmitificación del sistema americano, tan jactancioso de lo propio y desmerecedor de lo ajeno. Ese país, que vive señalando los defectos de todas clases en los demás países, tiene muchos «esqueletos en sus armarios», y éste es uno de los más graves, pues representa un abuso particularmente deleznable, no solamente porque se comete con menores de edad, sino porque se trata de una población cautiva, a merced del Estado.

Los amantes del béisbol vivimos la decepción de no ver a Roberto Alomar estar donde le corresponde por legítimo derecho desde el principio. Será el año que viene. Pero, esta decisión absurda pone sobre el tapete un sistema caduco e injusto para elegir a los miembros del Salón de la Fama. Sencillamente, hay gente con derecho al voto que no debe estar desempeñando esa función; la mejor prueba es que hubo cinco cronistas que declararon desierta la elección. Hay otros que, abiertamente, sostienen que nadie debe ser escogido en su primer año de elegibilidad o unánimemente. La grandeza de Alomar es indiscutible. Haberlo visto jugar la segunda base era todo lo que hacía falta para consagrarlo en esta primera votación. Hay quien dice que el haber escupido al árbitro le ha costado esta oportunidad. Ahora mismo, muchos nos sentimos tentados a «escupir» a unos cuantos cronistas de béisbol.

Dejando a un lado el paternalismo rancio que destila, desde siempre, la actividad de Reyes orquestada por La Fortaleza, lo cierto es que los gobernadores asimilistas nunca se han atrevido a eliminarla o, peor, sustituirla con una similar dedicada a Santa Claus. Algo hay en el alma hasta de los más «pitiyanquis» que les impide dar ese salto emocional al vacío de la negación de lo nuestro. Gracias a los Reyes de Juana Díaz, a las promesas cantadas a los Reyes, y a otras manifestaciones de fervor religioso centradas en esas figuras, la tradición sigue fuerte, y es parte de lo que nos distingue del país al que algunos quieren asimilarnos. Éste es el mejor regalo que nos hacen los Tres Reyes Magos.

Continúa en efervescencia nuestra vocación asimilista. No conforme con la ridiculez de la «nieve» en Plaza Las Américas, ahora se patina sobre hielo en el «Choliseo», en un afán de adoptar costumbres y parecernos cada día más a los americanos. No está lejos el día en que uno de esos empresarios que todo lo copian de Estados Unidos monte un ski slope en las Tetas de Cerro Gordo, para complacer a los americanitos de aquí que no tienen chavos para ir a Vail, Colorado. Pues, ahí están esos aspirantes a gringos dando vueltas y cayéndose de culo sobre el hielo. Yo también me caigo de culo...riéndome de ellos.

La noticia no da esos detalles, pero uno se pregunta por qué el joven empleado de El Balcón Bar and Minimarket que socorrió al padre de Miguel Cotto permaneció allí con él más de una hora, sin hacer otra gestión que no fuera llamar repetidamente al 9-1-1. Si era evidente que el hombre estaba muy mal y que la ambulancia no llegaba transcurrido un tiempo razonable, debió hacer algo para llevarlo a recibir ayuda médica. La noticia da la impresión de que en ese negocio había otros parroquianos. ¿Nadie tenía un vehículo en el cual llevarlo a una clínica, un hospital o a un consultorio médico? ¿Por qué no lo llevaron en el propio Mecedes Benz del enfermo? Si don Miguel estuvo vivo más de una hora, desde que llegó a ese negocio, había una probabilidad real de que, a tiempo, se le salvara la vida.

Increíble pero cierto. Esta tarde compré un par de zapatos, y el joven que me atendió - muy amablemente, por cierto - luego de entregarme el zapato derecho y yo ponérmelo, me dio el otro, diciéndome: «Éste es el zapato izquierdo.» Evidentemente, creyó necesario hacerme esa aclaración. La anécdota pone de manifiesto algo que uno nota en los comercios de nuestro país: un descenso apreciable en la calidad de los empleados, en su falta de conocimiento y sentido común. Hubo una época en que los dependientes - que así los llamaba todo el mundo - conocían su oficio, su mercancía y podían orientar bien al cliente. Ahora les llaman «asociados», y la mayor parte no tiene ni puta idea de lo que vende ni para qué sirve. Entonces, termina uno despachándose uno mismo. Supongo que a esto es lo que le llaman «progreso».

Tito Kayak es un ser humano bien desprendido. Tiene que serlo, cuando se ha encaramado en un poste del Puente Teodoro Moscoso para protestar por lo que él llama el «robo asqueroso» del aumento en el peaje, porque hay que suponer que él no usa el puente para cruzar la Laguna San José, teniendo su kayak. Me gusta su idea de prescindir de todas esas banderas para generar economías. Creo que las de Estados Unidos están demás. Con una puertorriqueña, que flote sola, basta. A lo que no le veo mucho futuro es a la marcha convocada para continuar la protesta, pues, si van a ir los usuarios regulares del puente, será bien raquítica...

¿Soy yo o en los 1 de enero suelen ocurrir calamidades de todas clases? El 2010 no ha comenzado muy auspicioso. Esta mañana no había servicio de Internet y, ahora por la tarde, la guagua de mi esposa no quiso prender. Aguardo la noche con aprensión. Espero que esta no sea la tónica de los próximos 364 días.