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Mostrando entradas de 2021

¡Cierren el Correo!

El otrora  orgullo del Imperio, su servicio postal, hace tiempo que es un fracaso por los cuatro costados. Sostenido artificialmente con fondos públicos, el Correo del siglo 21 es casi tan anacrónico como el legendario Pony Express. Como le ocurre a otros negocios quebrados, hay un desaliento palpable en sus instalaciones y los pocos empleados que quedan están allí esperando la cesantía o la jubilación. Ergo, el mal servicio. Lo que se denuncia hoy en la oficina postal de Guaynabo es, posiblemnte, un caso extremo, pero no único ni mucho menos. Mi experiencia de muchos años es que el Correo es parte de ese mito de la superioridad de Estados Unidos en el que cree mucha gente poco enterada. En este espacio he dado cuenta de algunas de esas malas experiencias con el servicio postal. Lo mejor que pueden hacer los yanquis es cerrar el Correo e invertir en algo más productivo esa millonada que gastan en mantenerlo funcionando a duras penas. 

Una tarea para el DMO

El embeleco del DMO, montado para favorecer a unos empresarios que se lucran con  una supuesta gestión turística que duplica la de la Compañía de Turismo, continúa sin producir gran cosa para el país. El afán privatizador, que parte de la tesis ideológica de que el sector corporativo tiene per se un conocimiento y un talento especiales y superiores a las del sector público, ha llevado al Gobierno de Puerto Rico a encomendar a unos alegados gurús una buena parte de la estrategia turística del país, por una compensación más que jugosa, sin que hasta ahora se hayan visto los grandes beneficios prometidos. Cierto es que la pandemia ha trastocado todo y, particularmente, el turismo, pero es de suponer que gente del supuesto calibre de los integrantes de esta entidad tendrían los recursos para elaborar el consabido «Plan B» y «C», de ser necesario. Pero, que sepamos, no hay tal cosa. Por lo menos, debieron haber metido la mano para ayudarnos a sanear el turismo chusma que hemos padecido ...

El «Moisés» de Camuy

  A las iglesias les debería bastar con que hay una en cada esquina, pueden abrir todos los días y ahora están en todas las redes sociales y medios de comunicación para llevar su mensaje. Pero, no. Los viejos resabios de las teocracias son eternos, y el afán de gobernar Biblia en mano resucita con cada amanecer. Hay que legislar el Decálogo, a las buenas o a las malas. Y las prácticas de ayuno y oración son ahora parte de la política pública del Estado y sus municipios. Hasta por «decreto», según el «Moisés» de Camuy, posando con un decreto que, a la distancia, recuerda las tablas de la ley con las que bajó aquel otro después de 40 días en el monte. Claro, que aquella primera versión no duró mucho, pues el famoso tartamudo no fue «tardo para la ira»,y las rompió de un coraje que tenía mucho de la ira santa de Jehová. Ojalá uno de estos días no le descubran alguna acción poco «edificante»...

¡Castigo de Dios!

  Se dice «¡Castigo de Dios!», con relación a situaciones en las cuales a alguien que ha hecho algo malo le ocurre algo malo. Eso podría decirse con respecto a Estados Unidos y la situación de terrorismo interno a la que se enfrenta. Luego de tanto abuso de su parte en todas partes del mundo, y de acusar de terrorismo a otros países injustamente, para desacreditarlos ante la comunidad internacional y, de paso, quedársele con sus haberes, ahora los americanos sufren en carne propia y sin tener de quién quejarse los estragos de un terrorismo Made in USA , blanco y de ojos claros. El odio y la violencia que han sido las señas de identidad de esa nación prepotente se les ha comenzado a manifestar dentro de sus fronteras y por parte de su gente. Desgraciadamente para ellos, la composición étnica y racial de esos revoltosos y milicianos les impide usar a sus usual suspects como los chivos expiatorios de siempre. Ahora los enemigos son los good ol' boys, rednecks y white trash que suelen ...

Justicia lenta no es justicia

  Para que los remedios en ley surtan sus efectos plenos es preciso que se reclamen oportunamente. El error que se comete con demasiada frcuencia es dejar pasar demasiado tiempo para denunciar una situación  impropia, irregular o delictiva. Independientemente de que al perjudicado o reclamante le asista la razón, lo cierto es que el tiempo no le favorece y dificulta que se le haga justicia. La otra cara de esa moneda es que la administración de la justicia también tiene que proveer «justicia rápida y económica», como reza el principio rector del ordenamiento procesal. Y aquí es que se falla malamente, pues la lentitud de los procedimientos es y siempre ha sido «pandémica». La combinación de ambas cosas produce el fracaso de la justicia que es de todos conocida. Ese fracaso de la justicia en los casos particulares es el fracaso de la Justicia colectiva del sistema.

La payasada asimilista

  Los asimilistas del país corren en desbandada para montarse en la guagua aérea hacia Washington, para hacer el papelón del siglo en le Congreso, cabildeando por la anexión. En ese tropel tropiezan unos con otros, como payasos de un circo que ha llegado hasta el tribunal. Ya han comenzado a hacer el ridículo que tendrá su apoteosis a orillas del Potomac... si llegan. Es triste observar a un puñado de puertorriqueños en esta gesta de desnaturalización, pelarse las rodillas en súplica patética de aceptación  en otra nación con la cual no tenemos nada en común, excepto una ciudadanía impuesta, y que no ha demostrado interés alguno en recibirnos, luego de más de un siglo de vínculo. Ningún puertorriqueño que se valore a sí mismo y se respete como tal puede sentir otra cosa que vergüenza, ante un espectáculo tan lastimoso.

La «falta técnica» de Larry

  A Larry Seilhammer «le han cantado una falta técnica», por ser sincero sobre las posibilidades de lograr la estadidad, aun en tiempo extra. Su equipo político lo quiere sacar de la cancha, a menos que alce la mano y admita su «error», que no lo es tal, sino, en todo caso, una indiscreción, al decir públicamente lo que todos sabemos: Estados Unidos no va a aceptar como estado a un territorio en quiebra. Ahora nos da lo que le parece, pero como estado tendríamos el derecho a exigir trato igual al de los demás estados. Curiosa e irónicamente, al otrora baloncelista le han caído encima porque los que se pasan usando el argumento económico como gancho para la anexión, ahora se lo critican.  Porque si algo está claro es que la prédica de la estadidad, ahora basada en la «igualdad», es para lograr la paridad en la repartición del botín federal con los 50 estados. De eso es que se trata. Lo de que es una cuestión de «derechos humanos» no es solo un disparate jurídico, sino una engañ...

El miedo como pandemia

Digamos la verdad sin disimulo: la falta de vacunas no es imputable al Gobierno de Puerto Rico, sino a la dependencia absoluta que tenemos de Estados Unidos. Como Secretario de Salud, el Dr. Carlos Mellado tiene las manos atadas. No puede poner las vacunas que no existen, y no existen porque el único suplido, que es el de Estados Unidos, es insuficiente. Mellado no puede buscar la vacuna en otra parte. Es de imaginar su frustración como médico, ahora médico de todo el país. Para los que creen que este sistema es «lo mejor de los dos mundos», ahí tienen el ejemplo de lo que significa la dependencia absoluta de otro país. Es notable cómo, aunque se ha dicho, no se puntualiza este asunto, para evitar dar la impresión de que se le echa la culpa a los americanos, algo que en esta colonia es tenido por muchos como señal de que se es antiamericano. Y esa es la pandemia de miedo que padecemos desde 1898.  

El papelón de Jodie

  Jodie Foster no aprovechó bien su tiempo en Yale. De haberlo hecho, no diría la inocentada de que lo que ocurre en Guantánamo no es representativo de lo que es Estados Unidos como país. Supongo que sus estudios de literatura en una universidad tan exigente como Yale no le dejaron mucho tiempo para aprender bien la historia de Estados Unidos. Creo que Jodie es víctima de lo que llamé hace mucho tiempo la «versión de Disney» de esa historia, es decir, una versión sanitized, en la cual los americanos son seres nobles que van por el mundo haciendo el bien. Ella, que es muy inteligente, debería saber más que eso. Hasta que gente como ella cobre conciencia de lo que ha sido y es su país realmente, el Imperio seguirá haciendo de las suyas en todo el planeta.  Con lo dicho, Jodie ha hecho un papelón. 

El legado de un loco

El Imperio jugó con fuego y se ha quemado. Eligió a un conocido demente, lo sostuvo durante cuatro años, y el daño hecho es de marca mayor.  Ahora andan viendo cómo arreglan todo lo que ese orate hizo dentro y fuera de sus fronteras, pero no va a ser nada fácil porque él se ocupó de dejar el campo minado en muchos aspectos. De haberlo parado a tiempo, las cosas no hubieran llegado a donde llegaron. Pero, muchos le hicieron el juego al loco o fueron indiferentes, hasta que llegó al punto de la insurrección y una secuela que se continúa manifestando ominosamente. Tanta jactancia de grandeza, y a fin de cuentas el Imperio se dejó dominar por un idiota.  

Una desgracia mayor que la pandemia

En momentos tan críticos como los actuales de la pandemia, los países necesitan la mayor libertad posible para procurar su salud y bienestar, buscando soluciones dondequiera que se hallen, sin cortapisas o limitaciones de orden ideológico o político. Así lo hacen las naciones en todas partes del mundo, comprando vacunas en todos los mercados en una situación que no admite  aplazamiento  o espera injustificada. Excepto en Puerto Rico. Aquí, como siempre,  estamos al arbitrio de lo que Estados Unidos disponga. La vacuna que está disponible es la que ellos nos envíen, cuándo, cómo y cuánta.  Si se tardan, nos cruzamos de brazos en la eterna espera de lo que nuestros amos decidan, resignados a un destino que vemos como inexorable. Es el fatalismo del colonizado hasta el tuétano de los huesos. Y esa es mayor desgracia que esta o cualquier otra pandemia.

La ignorancia fingida

Los americanos son brutos o se hacen. Cada vez que se les plantea la necesidad de resolver el asunto del status de Puerto Rico se cantan ignorantes y piden tiempo para ilustrarse al respecto. ¡Coño, han tenido 120 años  para ello, y todavía alegan ignorancia! Y es que ellos están satisfechos con la colonia y les importa un carajo la ignominia de poseerla, escondiéndose cómodamente detrás del eufemismo de Commonwealth  para disimular lo que tienen como posesión en el Caribe. Por eso es que hay que denunciar la colonia constantemente en todas las formas y foros posibles. Los yanquis se hacen los brutos, para no hacer the right thing  en el caso de Puerto Rico: darnos la libertad a la que tenemos un derecho inalienable.

La elección del *

 El desastre electoral puertorriqueño parece no tener fin. Cuando uno cree que ya se ha terminado completamente de tener el cuadro y el cuadre de los votos emitidos en los pasados comicios de noviembre, surgen maletines, papeletas y números que ponen en duda el resultado que se creía final. Esta elección quedará por siempre con un *, impugnada en su corrección, exactitud y veracidad. Han sido demasiados errores e irregularidades, como para que se pueda confiar en muchos de los resultados, y que se puedan deber a la natural falibilidad humana.  La naturaleza y el número de las fallas apuntan a un propósito fraudulento. La legitimidad del nuevo gobierno, sobre todo en el ámbito legislativo y al nivel municipal, ha quedado en entredicho.

Haciendo lo que hay que hacer

El PIP ya ha comenzado a «meter caña» a los grandes intereses económicos y a favor del pueblo de Puerto Rico. Aunque sea una voz que clama en el desierto moral puertorriqueño, el Partido es consecuente con la nobleza de propósito que inspiró su fundación en 1946, mantenida desde entonces. Aunque su meta fundamental es acabar con la colonia, en lo que eso se logra, hace todo lo que está a su alcance para adecentarla. Hacia ese fin, plantea la necesidad de eliminar la escandalosa legislación que favorece indebidamente a gente adinerada que recibe un trato económico a cuerpo de rey  por unos supuestos beneficios de desarrollos comerciales y empresariales que nadie sabe a ciencia cierta si se materializan y hasta qué punto lo hacen. El partido que hace décadas se daba a conocer con el lema ¡Arriba los de abajo! le mete mano a estas pocavergüenzas de los blanquitos a favor de otros blanquitos. Veremos si los legisladores de los otros partidos minoritarios respaldan esta iniciativa. Porq...

Infeliz año nuevo

Los seres humanos nos ilusionamos con la posibilidad del cambio hacia una vida mejor, con cada primero de enero. Y si bien ello es posible, ya al día siguiente empezamos a sospechar que vamos camino a lo mismo que creímos haber dejado atrás con la despedidad del año anterior. En los asuntos públicos, la desilusión se manifiesta rápidamente. La tozudez del gobernador entrante en celebrar su toma de posesión con 400 invitados  pinta mal para el país, por lo que revela de su criterio en algo acerca de lo cual debería haber una norma de salud pública clara y sin excepciones. Si en esto piensa así, hay que imaginarse cómo será en cosas importantes pero no de vida o muerte. Añadámosle el desaguisado electoral que se proyecta hasta más de dos meses desde los comicios. Esa comedia de errores, que produjo la victoria del nuevo gobernador, deja al país con el convencimiento de que aquí ha habido fraudes a granel en las distintas vertientes del ejercicio electoral. Así empezamos el 2021, nada...