El legado de un loco
El Imperio jugó con fuego y se ha quemado. Eligió a un conocido demente, lo sostuvo durante cuatro años, y el daño hecho es de marca mayor. Ahora andan viendo cómo arreglan todo lo que ese orate hizo dentro y fuera de sus fronteras, pero no va a ser nada fácil porque él se ocupó de dejar el campo minado en muchos aspectos. De haberlo parado a tiempo, las cosas no hubieran llegado a donde llegaron. Pero, muchos le hicieron el juego al loco o fueron indiferentes, hasta que llegó al punto de la insurrección y una secuela que se continúa manifestando ominosamente.
Tanta jactancia de grandeza, y a fin de cuentas el Imperio se dejó dominar por un idiota.
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