La payasada asimilista
Los asimilistas del país corren en desbandada para montarse en la guagua aérea hacia Washington, para hacer el papelón del siglo en le Congreso, cabildeando por la anexión. En ese tropel tropiezan unos con otros, como payasos de un circo que ha llegado hasta el tribunal. Ya han comenzado a hacer el ridículo que tendrá su apoteosis a orillas del Potomac... si llegan.
Es triste observar a un puñado de puertorriqueños en esta gesta de desnaturalización, pelarse las rodillas en súplica patética de aceptación en otra nación con la cual no tenemos nada en común, excepto una ciudadanía impuesta, y que no ha demostrado interés alguno en recibirnos, luego de más de un siglo de vínculo. Ningún puertorriqueño que se valore a sí mismo y se respete como tal puede sentir otra cosa que vergüenza, ante un espectáculo tan lastimoso.
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