Medinadas

Han venido tres imbéciles a decirnos cinco pendejadas en inglés para «arreglar» nuestra economía, y unos cuantos idiotas aquí le prestan atención. Con la cantaleta de la «competitividad», lo único que a esos americanos se les ocurre es la receta del sector empresarial: reducir los costos de producción, léase, pagar menos por todo, desde la energía eléctrica hasta los sueldos de los empleados, sobre todo a los menores de 25 años, a quienes recomiendan que se les pague menos del salario mínimo, es decir, esa «fortuna» de $7.25 la hora. ¡Señalan que los jóvenes se van del país, pero recomiendan que se les pague menos por su trabajo! Claro, según ellos, los que se quedan son los brutos que no saben inglés, así que está bien que ganen menos. ¡Hasta cuándo vamos a darle audiencia a cualquier americano que venga a decirnos estupideces! Solo el complejo colonial nos lleva a tomar en serio todo lo que venga de la metrópoli.

Una lluviecita con algo de brisa, y 900,000 abonados de la Autoridad de Energía Eléctrica se quedan sin servicio, algunos hasta ocho horas , como yo. Esto el día siguiente de haber despedido al vicepresidente de la Junta de Directores de la AEE y el día en que se despide a su Director Ejecutivo. Pues, parecería que entre ambos han orquestado este apagón, como desquite por sus repectivas cesantías. Sea como fuere, es una muestra de la fragilidad del sistema eléctrico, que año tras año registra interrupciones en el servicio. Y eso, que ni se ha acercado una tormenta tropical...

He dicho antes que vivimos en un estado policiaco, no solo por el control abusivo de la policía oficial, sino por el que ejerce de manera creciente el sector de los guardianes privados. El incidente ocurrido en los predios del Centro Médico de Río Piedras con el deambulante que se busca unas monedas con su guitarra es una muestra más de la prepotencia con la que estos otroras «guardias de palito» se desempeñan desde hace tiempo en nuestro país. Un mal entendido afán por el orden y la seguridad, en manos de individuos exageradamente agresivos y autoritarios, produce estos desmanes y excesos. Si bien tienen que haber controles y normas de seguridad, hay que aplicarlas mesuradamente, no como si se tratara de tropas de asalto que buscan reprimir violentamente cualquier transgresión del orden. Desafortunadamente, los guardias de todo tipo tienen una predisposición a empujar y golpear -- cuando no a tirotear -- en el desempeño de su deber. Por esta razón, una sociedad en la que proliferan ...

El Partido Popular Democrático, que ha hecho de la ambigüedad, la ambivalencia y la indefinición su modus operandi, se coloca al margen de la consulta sobre el derecho a la fianza y la reducción de escaños lesgislativos, al no asumir una posición clara ante esas dos cuestiones. Dejando a un lado el cuestionamiento técnico constitucional de la validez de la consulta por el número de asuntos sometidos a la consideración del pueblo, el PPD, siempre entre dos aguas, pretende participar sin participar, reclamando, insólitamente, un rol de garante de los votos que no le corresponde. El «no» está muy bien representado por varias agrupaciones políticas. Los populares, eternos indecisos, se han colocado fuera del juego, por debilidad ideológica e institucional.

Hay que tener muchas ganas de llegar rápidamente a y regresar de igual forma de Río Grande, para pagar $5.00 de peaje. Francamente, resulta sorprendente que esas tres millas adicionales en la ruta luego de Canóvanas cuesten $1.00. Una persona que viaje de lunes a viernes ida y vuelta pagaría $100.00 mensuales. Como están las cosas, eso será incosteable para Juan del Pueblo. Con esta muestra, imagínese el lector lo que costará llegar a Fajardo, final lógico de esta ruta. ¡Habrá que hipotecar la casa! El sistema de peaje se ha tornado abusivo. Toda nueva autopista está sometida a este impuesto a nuestra movilidad. Pronto no habrá opciones a este cobro gravoso en los viajes de alguna extensión dentro de nuestra pequeña geografía. El peaje es una doble tributación, pues pagamos la contribución sobre ingresos -- parte de la cual se gasta en carreteras -- y además por el uso directo de las vías. El país no aguanta más impuestos.

En una especie de «voto adelantado», 8,026 confinados en las cárceles del país se han apuntado para participar en el referendum para limitar el derecho a la fianza en ciertos casos de asesinato. Pues, ya pueden ir contando esos votos negativos, ya que dudo mucho que los presos vayan a votar a favor de que se les restrinja más el derecho a la fianza. La realidad es que el derecho a salir en libertad bajo fianza existe de jure , pero no de facto , ya que las fianzas suelen ser tan altas que casi nadie las puede pagar. Por eso, nuestros penales están llenos de sumariados, es decir, personas que están presas esperando juicio porque no pueden pagar la fianza. Si bien la Constitución prohíbe las fianzas «excesivas», casi todas resultan serlo, habida cuenta del nivel de pobreza y falta de recursos económicos de la inmensa mayoría de los imputados de delitos. Se habla del «voto castigo» como aquél de protesta contra el incumbente. Éste será el «voto de los castigados».

Una vez más, nuestra Asamblea Legislativa, a última hora e impensadamente, aprueba docenas de proyectos de ley al final de la sesión. Muy pronto se repetirá lo de todos los años: leyes para enmendar y corregir las que se han aprobado festinadamente. Y cuando digo pronto, me refiero a que, con frecuencia, en cosa de pocos meses, es necesario arreglar errores que, de haberse tomado el tiempo prudente para examinar la ley, se hubieran evitado. Pero, nuestros legisladores, escasos de inteligencia y buen juicio, se desbocan a aprobar leyes a tontas y a locas, con el resultado señalado. Tragedia de nuestra democracia representativa.

No hay duda de que el maltrato a los animales es un problema en nuestro país. En respuesta a ello, se ha legislado para tipificar como delito sus distintas manifestaciones, y a la vez se han agravado las penas correspondientes. Pero, esa conciencia que legítimamente se ha creado al respecto ha llevado a una reacción exagerada, como la que se ha producido con relación al incidente en que la Policía sacrificó a un caballo herido de gravedad. El revuelo formado en el país partió de un supuesto equivocado: la acción policiaca no fue abusiva ni insensible, sino el único curso a seguir. La condición del caballo fue consultada con un veterinario, quien indicó que debía dársle un tiro de gracia. Lamentablemente, hubo dos intentos fallidos por mal funcionamiento de un arma de fuego, y fue necesario un tercer disparo. No hubo, pues, un acto de crueldad contra el animal, sino de compasión, ante un sufrimiento que no era posible aliviar.

La ley para prohibir que se usen los fondos asignados al Comité Olímpico para pagar viajes de alcaldes, legisladores u otros funcionarios a eventos deportivos me parece una de sana administración pública. Como se ha señalado, ese dinero debe usarse exclusivamente para los atletas, sus entrenadores y otro personal relacionado con el deporte. Cualquier otro uso sería un mal uso de unos fondos que casi siempre son limitados, si se comparan con los grandes presupuestos de otros países. Lo poco de lo que disponemos para fines deportivos de alto calibre no puede usarse para agasajar políticos, aun cuando sean los que han instrumentado esa aportación gubernamental. Resulta una tontería decir que es para que ellos vean de primera mano el fruto de su gestión. Como ha dicho el alcalde de Vega Baja: ¡Que se lo paguen de su bolsillo!

Hay cosas que parecen bromas inventadas, pero no lo son. Porque eso de que a las llamadas automatizadas con fines político partidistas -- principalmente, el de recaudar fondos para un candidato o partido -- se les conozca como " robo calls " está como ni mandado a hacer. Francamente, de tener algo que ver con el asunto, yo no hubiera escogido un sistema de llamadas con un nombre que nos recuerda la corrupción, el despilfarro y la malversación de fondos públicos en el gobierno. Pero, ¿qué sé yo, después de todo?

La vida es muy cruel con algunos seres humanos. Ése es el caso de la jovencita norteamericana de 17 años que ha venido de visita a Puerto Rico para hacer realidad ese deseo. Sus condiciones de salud -- sobre todo, la de fibrosis quística -- le auguran unos 20 años más de una vida con otras complicaciones agravantes. Es como si la naturaleza se hubiera ensañado con ella, pues le ha tocado una carga de infortunios totalmente desproporcionada. Ante algo así queda uno desolado, deseando que ocurra un milagro en esa joven vida.

La mera posibilidad de que el gobierno central descuide la seguridad pública del Municipio de Caguas porque su alcalde es del principal partido de la oposición apunta a una mezquindad de política barata que debemos rechazar. A esta maniobra se le ve la costura: desatender el problema para que el electorado de esa ciudad se lo achaque al alcalde y le vote en contra en noviembre. El discrimen del gobierno central contra los gobiernos municipales en manos de sus adversarios no es cosa nueva; se trata de una malamaña que se niega a morir. Lo que llama la atención es que se haga en un renglón tan delicado y en medio de una incidencia criminal como la que se vive en el país. En buena medida, es el mayor crimen que se puede cometer contra Caguas.

Hace nueve años, José Alfredo Hernández Mayoral desistió de sus aspiraciones a la gobernación, por motivos que nunca quedaron muy claros. La versión oficial fue que su hijo Pablo José -- un niño entonces -- padecía de una  extraña y misteriosa enfermedad, por lo que su padre no estaba en condiciones de continuar en la política activa. No se volvió a hablar del asunto, pero, extraña y misteriosamente, aquella dolencia --que nunca se identificó -- desapareció como por arte de magia. (Malas lenguas dijeron que la verdadera razón del retiro era que el padre no tenía las cuentas muy claras, es decir, que reflejaba atrasos y deudas en el pago de servicios públicos y otras cosas.) Ahora sabemos cuál era la enfermedad que aquejaba a Pablo José: envejecimiento prematuro de las ideas. El pobre muchacho ha salido a la palestra a defender el «ELA que queremos», es decir, la colonia.  En su caso, es una condición congénita, trasmitida de su abuelo, el exGobernador, a su padre, el gallito...

La noticia de que el 6.4% de los puertorriqueños tiene la compulsión de apostar en juegos de azar o de habilidad resulta significativa por lo modesta de la cifra. Ciertamente, se trata de un problema minúsculo. Aunque lo ideal es que no existiera o que fuera aun menor, no estamos ante una epidemia social. Si algo hay que resaltar es que, en un país en que hay tantos juegos -- principalmente, los promovidos por el Estado para aumentar sus recaudos -- que el 93.6% no esté enviciada con ellos es un triunfo de la sensatez colectiva. Claro que se debe prestar atención al asunto, para evitar que ese porciento crezca desmedidamente, sobre todo en esta época de crisis económica que impulsa a la gente a buscar formas de procurarse ingresos que no dependan de trabajos inexistentes o pobremente remunerados.

Los medios noticiosos puertorriqueños --afectos al poder imperial norteamericano -- buscan congraciarse con él, proyectándolo de forma benévola y positiva, explícita o implícitamente. La «noticia» de que un grupo de la Reserva del Ejército de Estados Unidos realiza una «misión humanitaria» en Guatemala es parte de esa campaña de relaciones públicas para lavarle la cara a los invasores de ésta y otras tierras latinoamericanas. Con esto se pretende crear una imagen falsa de beneficencia y filantropía, para que se olviden cosas como la atrocidad de haber experimentado secretamente con gonorrea y sífilis en cientos de guatemaltecos hace décadas y su intervención en el golpe de estado de 1954. Construir unas escuelas u hospitales -- aunque meritorio -- no compensa ni remotamente el daño que esas tropas han hecho y, de seguro, volverán a hacer por órdenes de Washington, cuantas veces a los americanos se les antoje. No nos engañemos con estos gestos simpáticos; debajo de esas pieles de ovej...

Como puertorriqueño independentista, me alegraría mucho que el Partido Republicano de Estados Unidos aprobara una expresión oficial de rechazo a la anexión de Puerto Rico, según se especula. Las cartas sobre la mesa: no nos quieren como estado, y perfecto derecho tienen a ello. Nosotros tampoco queremos ser estado de su Unión ni ser su colonia. Lo mejor sería que se fueran de una vez. Ellos en su casa, y nosotros en la nuestra. Ciento catorce años de estar metidos aquí es demasiado. Para ellos y para nosotros, la situación es harto bochornosa ante la comunidad internacional. No basta con rechazar la anexión. El Partido Republicano debe rechazar el coloniaje, por ilegal e indigno. Los Demócratas deben hacer lo mismo. Mientras nos mantengan como colonia, la credibilidad y la moral política de Estados Unidos no valen nada.

No ha tardado mucho para que la ilusión de algunos con Carmen Yulín Cruz, candidata a alcaldesa de San Juan por el Partido Popular Democrático, termine en bochornosa realidad. Ante la postura valiente de su correligionario y compañero representante a la Cámara rechazando la colonia, la Yulín  -- autoproclamada soberanista -- lo ha dejado solo en la estacada. (Igual ha hecho Luis Vega Ramos, otro soberanista de pasillo.) Si es verdad que ella es soberanista, no ha tenido la valentía moral de respaldar a su cofrade. Si no lo es, es una oportunista que busca pescar votos en las aguas independentistas. Es bueno que esto haya ocurrido, pues algunos independentistas tibios han dicho públicamente que votarán por ella. Ahora, ante esta cobardía y traición, no veo cómo. Ningún independentista que se respete debe votar por ella. A los independentistas auténticos se nos ataca por no querer entrar en alianzas con otros sectores políticos, como los soberanistas. Ahora se ve por qué. Si gente ...

Hace muchos años, un Juez Asociado del Tribunal Supremo de Puerto Rico, en una opinión disidente, sentenció: «Hemos usado un tanque [de guerra] para matar a un coquí», refiriéndose al remedio exagerado de la decisión de la mayoría del Tribunal. Quizá, en «desagravio», el Supremo ahora protege a la más pequeña y vulnerable de las ranitas autóctonas puertorriqueñas, al no asumir jurisdicción en un caso, y con ello dejar en efecto la decisión del Tribunal de Apelaciones. El país necesita desesperadamente más decisiones como ésta, que protejan el ambiente natural, la fauna y la flora, de la rapacidad de los grandes intereses económicos y la falta de conciencia ambiental y cívica de nuestra gente. Tenemos que proteger al coquí, y todo lo que representa en esta Patria, de las aplanadoras insensibles del desarrollismo.

Me paso diciendo que las instituciones educativas deben tener mucho cuidado con los anuncios, avisos y mensajes que publican, para evitar incurrir en errores que pongan en entredicho su calidad. Hoy, Huertas Junior College  publica un anuncio en el cual incluye el siguiente texto: «La confianza en sí mismo es el primer camino al éxito. Ralph Waldo ». Parece que este colegio tiene mucha confianza con Emerson , el famoso ensayista y filósofo americano del siglo XIX, pues lo trata con excesiva familiaridad. O, lo que es peor, cree que ése es su nombre completo. Lo grande del caso es que, a renglón seguido, en el anuncio a página completa, aparece: «Estudia...» Eso mismo.

La reacción a la muerte del colega abogado Juan Santiago Nieves es un homenaje a su calidad humana y profesional. Habla bien de quienes le reconocieron en vida su entrega a las causas nobles y patrióticas, y ahora lamentan su partida. En poco más de medio siglo de vida, él rindió una destacada hoja de servicios a la Patria y a sus compatriotas, especialmente a los menos afortunados. Fue lo que debe ser todo abogado. ¡Qué contraste con ésos que andan por ahí detrás de las prebendas del poder, medrando, en ausencia de méritos propios! Decía mi padre que lo mejor que uno puede dejar es un buen recuerdo. Juan Santiago Nieves nos deja un gran recuerdo y un gran ejemplo personal y profesional.

Resulta interesante que, al día siguiente de publicarse las trivialidades de las convenciones del Partido Nuevo y el Partido Popular -- entre las cuales figuró la repartición de donas -- se dé a conocer otra alerta sobre algo muy serio y desatendido en nuestro país: la crisis alimentaria mundial y nuestra particular vulnerabilidad como un lugar en donde se importa 80% de lo que se consume . La preterición de la agricultura durante décadas, para favorecer una industrialización atropellada y mal pensada, junto con una urbanización desenfrenada que se tragó los mejores terrenos agrícolas, nos han colocado en esta precaria situación. Así es que, mientras los gobernantes -- y los aspirantes a ello --  pierden su tiempo miserablemente en bailoteos y concursos imbéciles, nadie se ocupa de tomar medidas urgentes para atender éste y otros problemas reales en el país.

Leo que Rafael Cox Alomar anda ofreciendo regalar una computadora personal tipo «tableta» a quien, luego de retratarse con él y poner la foto en Facebook,  coseche más «me gusta». Bendito. Entiendo que los políticos de nuevo cuño quieran aprovechar las redes sociales y congraciarse con la juventud, pero hay formas más dignas de hacerlo. Con este concurso, el tan cacareado Dr. Cox se pone al nivel de uno de esos ídolos de pacotilla que hacen cualquier cosa por salir en los medios de comunicación. Supongo que su próximo paso será ofrecer una cena íntima a quien logre sabe Dios qué contaje de sintonía con él en Twitter. La desesperación por lograr popularidad y reconocimiento lleva a ciertos políticos a adoptar estrategias de campaña banales, que ponen en entredicho su seriedad. Una cosa es difundir el mensaje por estos nuevos medios, y otra muy distinta es comportarse como individuos insustanciales, ávidos de cualquier clase de publicidad.

No sé de quién haya sido la idea, pero es genial...para la oposición y la sátira política. Tener en un desfile de cabezudos al gobernador Fortuño y a los exgobernadores Romero y Rosselló en la convención del Partido Nuevo Progresista es como «mandado a hacer» para la burla a ese partido. Más que cabezudos, esos tres son «cabezones» y «cabezas huecas» en su empecinamiento y su forma absurda de gobernar, llena de despropósitos y decisiones a la trágala. En este sentido, los cabezudos son una metáfora perfecta de lo que estos hombres han significado para nuestro país. Lo lamentable ha sido que un sector grande de nuestro pueblo le ha servido de comparsa, en un desfile de desaciertos que nos ha traído hasta la crisis actual.

El Partido Popular Democrático se encamina a reafirmar inequívocamente su vocación colonial. Su Junta de Gobierno se apresta a aprobar una expresión en el sentido de que, de triunfar el 6 de noviembre, esperarán un año para que el Congreso y el Presidente de Estados Unidos apruebe legislación para comprometerse con respetar la voluntad de nuestro pueblo en cuanto a su relación con ellos. De lo contrario, entonces se convocará a una Asamblea Constitucional. En ningún sitio se reconoce  ni siquiera la condición territorial -- léase colonial -- de Puerto Rico. La experiencia de muchos años nos dice que, de ganar, no harán cosa alguna para acabar con la situación actual. El PPD es, pues, el obstáculo principal para la descolonización de nuestro pueblo. Teniendo como único norte el poder político, se aferra desesperada e irracionalmente a la ignominia de una relación colonial en pleno siglo XXI. Por ello, merece la condena y el repudio de todos los seres libres sobre la faz de la tier...

Francamente, no entiendo el reperpero que se ha formado por la alegada negociación política entre este gobierno y una organización de confinados. Abolida la «muerte civil» de los confinados hace un cuarto de siglo, ellos tienen derechos ciudadanos que pueden hacer valer legítimamente dentro del proceso político. Nada malo hay en que ellos exijan unos beneficios a cambio de sus votos. Eso es lo que hacen los ciudadanos en la libre comunidad, de forma individual y colectiva, a través de entidades y organizaciones de todo tipo. No veo por qué hay que negar algo que es perfectamente legítimo. Los presos se organizan para luchar por mejores condiciones de su cautiverio, y le ofrecen su voto al partido que ellos creen que les va a cumplir. No puede ser que solo los ricachones de la «Milla de Oro» tengan derecho a cabildear. Aparte de que, como van las cosas, algunos de ellos terminarán en el penal, donde deben poder continuar defendiendo sus intereses... Esa es la democracia, ¿o no?

Supongo que ha sido el calor sofocante de estos días lo que ha llevado a la publicación de unos «remedios caseros» que parecen salidos de una mente calenturienta. Porque eso de recomendar que uno se bañe -- no dice con agua fría, pero va sin decirlo -- no se seque bien y se acueste así, parece una broma o una ocurrencia de alguien que no está del todo bien de la cabeza. La variante de esto es mojar la ropa con la que uno va a la cama y acostarse así con ella.  Y si a eso le añadimos el consejito de poner la ropa de cama en el congelador un buen rato antes de acostarse, entonces hay que ir pensando en recluir al autor de estas recomendaciones. Que poco le ha faltado para sugerir que metamos la cabeza en la nevera a la hora de la siesta. Todo esto parte del supuesto de que no se tiene no digamos un acondicionador de aire, sino el más humilde de los abanicos, pues, en el peor de los casos, con esto se apaña uno para pasar la noche.

En una de esas ironías que tiene la vida, los presos puertorriqueños votan porque el Partido Independentista Puertorriqueño así lo propuso y los otros dos partidos lo aprobaron en 1984. No obstante, en las elecciones de este cuarto de siglo transcurrido, el PIP no ha logrado crecer electoralmente, ni con la ayuda del voto de los confinados, que parecen haberse mostrado muy ingratos con el partido que se acordó de ellos. Lo más probable es que este próximo 6 de noviembre ocurra lo mismo. Quizá en esto haya algo de metáfora de la condición colonial del país. Al igual que los presos, los puertorriqueños tenemos una libertad menguada, trunca por el poder metropolítico. Se nos da la oportunidad de votar por nuestra libertad, pero una y otra vez la rechazamos bochornosamente. Preferimos escoger a los cómplices de este cautiverio, carceleros corruptos además. A muchos, la falta de libertad les ha embotado el entendimiento. Por eso se condenan a una prisión perpetua.

La Presidenta de la Cámara de Representantes continúa desacreditándose. Ahora es su admirado FBI el que pone en entredicho su criterio y buena fe, al revelar oficialmente lo que todos conocíamos: el lado oscuro del empresario cubano y terrorista Julio Labatud, a quien ella, imprudentemente, le rindió homenaje en la Cámara, a pesar de los fuertes indicios de que estaba involucrado en el asesinato de Carlos Muñiz Varela y otras actividades ilícitas del exilio cubano en y fuera de Puerto Rico. En aquel momento, a ella se le advirtió de esto, pero, con olímpico desdén, mancilló el Cuerpo que preside, insistiendo en un homenaje que no tenía otra justificación que la pesca de votos en las aguas turbias de la derecha cubana en nuestro país. No esperemos rectificación alguna de ella, pues los fascistas no tienen la sensibilidad moral de reconocer sus faltas ni se disculpan. El único desagravio posible es votarle en contra a ella y al resto de la ralea que le hace comparsa en la Asamblea Legi...

Parece que el fraude es contagioso. Al electoral de las primarias, ahora hay que sumarle el denunciado en una escuela de Jayuya, donde se imputa que unos maestros hicieron trampa para que sus estudiantes salieran bien en las Pruebas Puertorriqueñas de aprovechamiento académico. En uno y otro caso, el afán desmedido de ganar o triunfar lleva a la ilicitud y la falta de ética. La moral pública y la privada están en acelerado deterioro en nuestro país. No se compite en buena lid en ningún contexto; se quiere lograr el éxito a como dé lugar. La situación económica y la falta de oportunidades de empleo y progreso apremian, y las salidas fáciles lucen como las únicas. Los espíritus débiles no resisten la tentación de tomar estos atrechos en el camino de la vida. No ven que, al final, llevan al desprestigio y, a veces, a la cárcel.

No sé a ustedes, pero a mí eso de rezarle a un futuro San Charlie  no me cuadra. Creo que al beato puertorriqueño se le ha hecho tarde, pues ya hay San Carlos Borromeo, y San Carlos Manuel -- nombre del candidato a santo --  como que tampoco pega. Charlie suena muy moderno, y hasta liviano o trivial. Nadie se tomaría en serio un santo que se llamara así o uno que se llamara San Mickey . Otra cosa que no me gusta  es este asunto de que se tenga que adjudicarle tres milagros a su intercesión. Hombre, un milagro no es poca cosa, y debería ser suficiente para demostrar el favor de Dios. Pero, con esa manía contable de los católicos, la santidad se hace depender de un criterio numérico, con lo cual se entra en un pujo, para ver si aparece algún milagrito que complete la tripleta. Más temprano que tarde, el Vaticano complacerá a los católicos puertorriqueños certificando a Charlie como santo bona fide.  Aunque, al paso que van las cosas, no creo que, dentro de muy poco...