Una muerte eterna

Y yo que creía que nuestros tribunales eran de los más lentos del orbe: ahí tienen a los italianos, que se han tardado 16 años en autorizar que se retiren todas las ayudas artificiales para mantener con vida a una mujer en estado de coma irreversible. Algo me dice que el Vaticano ha tenido que ver con esa lentitud en decidir. La Iglesia sigue pesando, como piedra de molino, en la vida pública italiana.

Nota: Invito al lector a la presentación de mi segundo libro, Medinaciones: Leyes de Puerto Rico Embromadas, mañana sábado 15 de noviembre a las 3:00 p.m. en la Feria del Libro en el Centro de Convenciones.

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