Un elitismo bueno y necesario

 La educación superior no es para todo el mundo. Aunque debe haber igualdad de oportunidades para acceder a ella, eso no quiere decir que todo el que quiera hacer estudios universitarios tenga que ser admitido a hacerlos.

La realidad de la vida es que no todos tenemos la capacidad intelectual para formarnos académica y profesionalmente al más alto nivel. Se trata de un elitismo que surge de la naturaleza; no del discrimen irrazonble y prejuiciado de los seres humanos. 

De ahí que siempre ha habido pruebas de admisión y otros criterios académicos, a manera de cernimiento para la entrada a las instituciones de enseñanza superior. Nadie que desentone o desafine, según sea el caso, debe poder entrar a un conservatoro de música.

Por eso, relajar las normas para la entrada a la universidad es una pésima idea. Lo que hace falta es todo lo contrario: mayor rigor de principio a fin en el ámbito universitario. 🎓Para lo demás hay oportunidades para prepararse para ocupaciones y oficios muy necesarios en toda sociedad.

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