El Maduro mayor y la Maduro menor
Maduro se debe estar riendo solo. El mundo que se le ha tirado encima por su alegada dictadura hoy contempla asombrado e indignado los actos dictatoriales de Trump. Los que se rasgaron las vestiduras por las expresiones de Maduro acerca de libertar a Puerto Rico, guardan silencio cobarde ante las amenazas de Trump de usar la fuerza militar contra Panamá y posiblemente Groenlandia, y la económica contra Canadá y México.
Acá en Puerto Rico, a escala menor, la seguidora de Trump ensaya estilos dictatoriales con un barnicito de legalidad para, entre otras cosas, proteger a su familia por afinidad. Y muchos ni se sonrojan ante tal falta de escrúpulos. Prefieren seguir condenando a Maduro, para ni criticar remotamente a los yanquis y pitiyanquis.
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