Una estupidez anexionista

Vuelve la imbecilidad anexionista de requerir que los documentos oficiales se produzcan también en inglés, para solucionar un supuesto problema de los que no entienden nuestra lengua. Aun cuando se tratara de una dificultad real y con alguna sustancia en uno que otro caso en particular, ello se solucionaría sin que sea obligatorio hacerlo para todo el Gobierno de Puerto Rico con respecto a todos sus documentos, algo que es claramente descabellado, sobre todo dado su costo en un momento de crisis presupuestaria.

Solo las mentes enfermas o las poco serias que nos regalaron engendros como Guaynabo City y Downtown Yauco pueden ver con buenos ojos un despropósito de esta naturaleza. Esperemos que prevalezca la sensatez en la Asamblea Legislativa o, en última instancia, en la Gobernadora, para evitar que un absurdo como éste se haga realidad.

De no ocurrir, entonces se debe legislar para que los trabajos legislativos y en todas las agencias gubernamentales, tanto oralmente o por escrito, se lleven a cabo en inglés. A ver cómo les cae a estos pitiyanquis.

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