«¿Correo, qué correo?»

El gobierno de Estados Unidos, por no admitir sus fracasos, sigue empeñado en mantener el Servicio Postal, como le llaman desde hace un tiempo al Correo.  Siguen manteniéndolo con vida artificialmente, pues todo el mundo sabe que, dadas las realidades tecnológicas, está abocado a desaparecer o a quedar reducido a una curiosidad histórica.  Por ahí viene otro aumento a las tarifas postales, y un día de éstos los sellos corrientes costarán $1.00.

Hace años, a los independentistas se nos decía que la independencia no era posible porque Puerto Rico no tendría nunca la capacidad de hacerse cargo de ciertos asuntos que han estado en manos de los americanos, como el Correo.  Con su eventual pero segura desaparición, habrá un «cuco» menos contra la libertad de nuestra patria.

Comentarios

Jaime Riera Seivane ha dicho que…
Alberto:

Como coleccionista de sellos, veo que el mismo, en un cualquier momento, va a cesar de existir. La eventual desaparición del sello traerá en futuras generaciones el olvido del toque romántico e histórico que siempre los acompaña. Los sellos fueron mi ventana para escapar de muchas cosas y mi puerta al mundo de la Historia.

La tecnología, a pesar de sus virtudes y ventajas, va a eliminar, o ya ha eliminado, ese tono romántico que tenía una carta cuando una amiga o amigo se iba lejos y enviaba una postal o cuando un familiar, en el extranjero, escribía a uno y el placer y la alegría que esa misiva producía no tenía comparación.

Por eso, a veces pienso que el modernismo nos deshumaniza y automatiza; los sellos caerán en el olvido y su recuerdo se limitará a un museo o estante de un coleccionista con descendencia, como lo es el fonónografo y el tocadisco o disco de pasta.

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