«Cuatro Medallas Light, por favor.»

No resultan muy alentadoras las expresiones de Obama sobre la relación política entre su país y el nuestro. El hombre que gesta grandes cambios en Estados Unidos y con respecto a otras partes del mundo parece encaminarse a repetir el libreto más que centenario, según el cual el imperio queda a la espera de que la colonia tome una decisión que respetará escrupulosamente. Nada dice de la responsabilidad de la metrópoli por una situación creada por la invasión de 1898. Lo menos que podía hacer era invitar al Gobernador y a los presidentes de los otros dos partidos políticos a unas cervecitas en la Casa Blanca.

¿Será que habrá que formar un escarceo como el de su amigo de Harvard para lograrlo?

Comentarios

Entradas populares