¿De qué color es la estupidez?
El pretendido cambio al color del triángulo de nuestra bandera es la más reciente torpeza del anexionismo, que se cree todopoderoso y ha emprendido una faena para hacernos a imagen y semejanza de su «nación.» Lo que empezó con ponerle nombres en inglés a los edificios y vías públicas, así como a los letreros de vehículos de servicio público, ya va por la enseña patria. La imbecilidad del partido de gobierno no conoce límites.
La indignación del pueblo los detendrá.
La indignación del pueblo los detendrá.
Comentarios