Una locura contagiosa
Hay una locura contagiosa en la política de este hemisferio: Trump, Bolsonaro, Bukele, Milei... Y ahora, con este segundo aire de Trump, la derecha dura south of the border se ha envalentonado, desde el calvito de El Salvador hasta el esmorusao de Argentina, que ya mismo pinta la Casa Rosada de otro color menos femenino.
En Trump, su demencia ha sido progresiva, con ribetes de senilidad; en los demás, la locura del del Norte los hace sentir respaldados en la toma de decisiones alocadas y de corte fascista, con el beneplácito del loco mayor en la Casa Blanca.
Por supuesto, esta no es la locura de los locos de atar. Aquí hay method to their madness, con propósitos dictatoriales y de enriquecimiento injusto. Percibiendo la debilidad de una sociedad civil abúlica y con poca conciencia política, estos «hombres fuertes» de espíritu mesiánico le pasan la aplanadora a las instituciones democráticas a capricho.
Y sus pueblos quedan locos y sin ideas.
Comentarios