La reparación de agravios

El país sigue descubriendo su fuerza, demostrando que lo del <<verano del 19>> es algo más que un lema de ocasión. Por fin, los boricuas se unen a la corriente mundial de indignación con los gobiernos que no sirven bien a los intereses de la mayoría.  De la gente que ya no está dispuesta a esperar por un proceso electoral cada cuatro, cinco o seis años para quitarse de encima a un gobierno opresivo, que la empobrece y se burla de sus necesidades.  La <<reparación de agravios>> consignada en nuestro texto constitucional cobra una vigencia real y apremiante, y ya no hay tiempo para contemplaciones de clase alguna.

Tras muchos años de sembrar viento por parte de los gobernantes, hay un vendaval incontenible que no amainará hasta que se lleve en volandas a una clase política insensata e insensible.