Dos ejemplos

Los ejemplos de Cuba y Venezuela son pertinentes, como países que han enfrentado grandes adversidades gestadas por el Imperio y complementadas por sus lacayos en América Latina y otras partes del mundo, y han podido lograr grandes avances en su agenda social para beneficio de las grandes masas de sus respectivos pueblos. Imagínese el lector lo que ambos países conseguirían, si se les dejara en paz y no se le obstaculizara su vida cotidiana a cada paso.

En cambio, el nuestro no hace nada más que pedir y esperar por la <<ayuda >> del amo hasta para tapar el más humilde de los rotos hechos por la naturaleza o nuestro descuido. Entonces, la excusa para cualquier tardanza en atender un reclamo ciudad@no es que los fondos federales no han llegado, y si los americanos se toman todo el tiempo del mundo, pues ahí se queda el boquete, hasta que algún burócrata en Estados Unidos se digne hacer la gestión.

La independencia tiene el efecto de responsabilizar a cada cual por sus asuntos, sin esperar que venga otro a resolver problemas como y cuando le parezca.  Es parte esencial de la madurez de un individuo y de una sociedad, y debemos asumirla, como pueblo civilizado y digno.