Una cosa y otra cosa

Tengamos cuidado en extrapolar la derrota del oficialismo en las consultas sobre enmiendas constitucionales ayer como presagio de su derrota en las elecciones generales. Ese cálculo facilón puede resultar equivocado. El país pudo haber rechazado lo propuesto, pero no necesariamente a los proponentes. Sobre todo cuando el principal contrincante en noviembre se alineó con el oficialismo en esta consulta. Por lo tanto, si se rechazó al incumbente, también se rechazó al aspirante principal a sucederlo.

El entusiasmo de esta victoria no nos debe llevar a ilusionarnos irreflexivamente con la del 6 de noviembre, cuando habrá otros asuntos y consideraciones de por medio.

Comentarios

Entradas populares