Franco vive

España la ha cagado. Condenar a prisión a quienes pacíficamente abogan por la independencia de Cataluña es un desacierto histórico de grandes proporciones. Algo así era de esperarse del franquismo, pero no de una España supuestamente democrática y respetuosa de los derechos humanos. ¿Con qué cara puede ahora el gobierno español señalarle a otros cualquier falta en la vida democrática o en la protección de derechos ciudadanos, cuando se los niega tan flagrantemente a una parte de su territorio nacional?

La unidad nacional, aunque un valor al que se aspira, no puede forzarse. Quien no se sienta parte de una nacionalidad no debe obligarse a seguir dentro de ella. Eso y obligar a la convivencia matrimonial cuando una parte ya no la quiere es lo mismo. Solo que una nación conquistada y subsumida en otra es mucho peor. Si no hay derecho a obtener la libertad con el voto -- porque ni siquiera se admite la posibilidad de votar al respecto -- entonces no hay Derecho.

En estos días en que exhuman a Franco, parece que su espíritu dictatorial cobra vida en esta actitud desgraciada del gobierno español avalada por un Poder Judicial que desconoce su ministerio verdadero de hacer Justicia.

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