Veremos...

De veras que me siento tentado a «perdonar» en algo la barbarie fortuñista, si extiende la PR-22 hasta Aguadilla, la Ruta 66 hasta no sé dónde, y el Tren Urbano hasta el Viejo San Juan y Carolina. ¡Hombre, lo que hace falta es que empleen a buena parte de los 17,000 cesanteados en esas obras!

Con excepción de lo del Tren Urbano, espero que, próximo a cumplir 60 años, yo viva lo suficiente para ver estos proyectos hechos realidad, para aprovecharlos mientras pueda seguir conduciendo un vehículo de motor.

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