Fe con los ojos abiertos

Ante la adversidad, es bueno tener fe y una actitud positiva, pero la esperanza debe ser cautelosa y humilde, por si el plan divino - que nadie conoce - dispone otra cosa. Afirmar que alguien se va a curar porque «Dios está con él» es una manifestación arriesgada y, en cierta forma, arrogante y hasta ofensiva, pues implica que quienes no se curan no tienen a Dios de su lado.

Todo lo que hay que hacer es desearle salud a Miranda Marín, y quienes lo sientan así, rogar con decoro por él en este trance, sin aseverar categóricamente algo que «sólo Dios sabe».

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