"Once Upon a Time in Caracas"

La Venezuela de Maduro pasará a la historia como uno de los países más acosados y perseguidos por una conspiración internacional gestada por Estados Unidos y dócilmente seguida por sus acólitos en todo el mundo. Mas, la injusticia y la mentira que la inspira se va conociendo, como en el caso del banco en nuestro país al que le incautaron una suma millonaria que, alegadamente, estaba vinculada a actividades ilícitas de funcionarios del gobierno venezolano. Ahora, los míticos federales han tenido que devolver esos fondos y desistir de las acusaciones y procesos en contra de la institución bancaria. Pero, no lo hacen con el mismo despliegue noticioso con el que anunciaron la incautación, porque les rejode tener que aceptar su «equivocación».

Excepto que no se trata de equivocación alguna, sino de parte de un operativo internacional masivo par desestabilizar al gobierno de Maduro en todos los frentes. Lo que ocurre es que las mentira es tan grande que no son capaces de mantenerla, a la conspiración se le ve la costura y por ella misma se va deshilachando.  El libreto de las acusaciones por lavado de dinero y narcotráfico, que empezó con Fidel como protagonista, ya no convence a nadie. Pintar a la izquierda latinoamericana de esa manera es un cliché manido e inverosímil. A falta de argumentos se recurre a estereotipos de un rancio cine hollywoodense que refleja una visión de mundo completamente parcializada y prejuiciada, con ninguna credibilidad.

Un Hollywood que el domingo vimos de capa caída con cada día menos espectadores en su noche de premiación.