Un demente anda suelto

En estos días me preguntaba calladamente dónde estaría el alucinado de Juan Guaidó, del que no se escuchaba nada hace tiempo. Pues, parece que me «oyó»,y ha salido con una de las suyas, nombrando a unos supuestos «funcionarios» de su supuesto «gobierno». Gente que, definitivamente, tiene que estar tan desquiciada como él, para seguirle en esta aventura enajenada.

Porque una cosa es que la oposición en un país se organice, y otra muy distinta es que actúe como si tuviera el poder político y se haga nombrar con títulos que no le corresponde. Ni siquiera los países que han hecho el ridículo internacional reconociendo a Guaidó como presidente han podido hacer nada concreto al respecto. Desconocer la realidad porque no sea de nuestro agrado es una muestra de locura. Guaidó y los que lo siguen hasta ese punto no se hacen ningún favor al proyectarse como alienados, pues ¿quién va a confiar en gente que vive en un mundo de fantasía?

El pobre loco habla solo, y ya nadie le hace caso.

Comentarios

Entradas populares