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Sayo bobo

A la pobre Carmen Yulín las Fiestas de la Calle San Sebastián se le han convertido en una pesadilla. El año pasado cometió la burrada de los cateos y las verjas inconstitucionales, con todo y el consejo legal de la ahora jueza asociada del Tribunal Supremo de Puerto Rico. Este año, además de invertir $1 millón para ganarse $400 mil , se ha buscado un pleito con el Comité Organizador, con el cual no ha podido realizar una de sus famosas «alianzas» ni firmar uno de sus cacareados «acuerdos». Desde un principio se vio que a la Alcaldesa de San Juan, la saya municipal le quedaba grande...tan grande como un sayo bobo.

¡Reyes sí, regalos no!

Creo haber dicho antes que me parece que el Gobierno de Puerto Rico debe dejar de celebrar la Fiesta de Reyes con ese enfoque paternalista de entregar regalos a niños supuestamente indigentes, pero, probablemente, hijos de «aprovechaos». La fiesta ha venido a menos en los últimos años, pero todavía se gastan fondos públicos en este ejercicio descarado de compra de votos. Está bien que se celebre la tradición de los Tres Reyes Magos; lo que está mal es que, en la situación actual, se continúe con la práctica humillante de regalar juguetes a niños que van a exhibir públicamente su «pobreza». Hay que dejar atrás este costumbrismo tercermundista.

Delitos a domicilio

El año termina de la misma manera en que ha transcurrido: violentamente delictivo, con énfasis especial en los robos domiciliarios. Dos informados recientemente resultan un tanto raros. En uno de ellos, a una sexagenaria le pegaron un tiro en la mandíbula, lugar inusual para balear a alguien y no matarle. Evidentemente, el ladrón tiene una fina puntería. El otro caso presenta elementos más intrigantes. Un hombre de 63 años alega que dos individuos armados con cuchillos lo sorprendieron durmiendo, él forcejeó con ellos y logró que no se llevaran nada, quedando él con una herida leve en una mano. ¡Este hombre es un fenómeno o esos ladrones son los más ineptos del mundo!

Desacierto pedagógico

La queja legislativa de que no se atienden proyectos de ley para añadir contenido al currículo de la escuela pública hay que cogerla con pinzas. De lo que informa la prensa surge que son demasiados los cursos que se pretende añadir; las intenciones son buenas pero irrealizables. Lo que uno tiene que preguntarse es si hay tiempo y recursos de toda clase para incorporar esas clases adicionales. No hay escuela en el mundo que pueda ofrecer todo ese contenido en el tiempo lectivo disponible; ni siquiera si las escuelas funcionaran los siete días de la semana en periodos de 12 horas. Es irreal -- por no decir estúpido -- pretender que la escuela se ocupe de asuntos que, aunque meritorios, van mucho más allá de las materias básicas cuya enseñanza es su principal cometido. De sobra sabemos que hay carencias e insuficiencias en el aprovechamiento académico de los cursos medulares en nuestras escuelas. Recargarlas con materias que pueden ser atendidas fuera de la escuela, en otras institucion...

Ausencias justificadas

Es muy fácil condenar el ausentirmo policial de estos días, pero hay que ser sensible a los reclamos que lo motivan. Distinto de la mayor parte de los empleados públicos, a los policías se les exige un servicio extremadamente riesgoso, por periodos prolongados. Por ello, merecen un trato salarial y de otras condiciones de trabajo que aquilate adecuadamente la naturaleza de su labor. Es natural, pues, que los policías resientan que no se les compense justamente por las muchas horas en el cumplimiento del deber, y de alguna manera lo dejan saber. Gobierno tras gobierno, se les incumple, y el sentimiento de frustración e impotencia ante la injusticia laboral de la que son víctimas se manifiesta en ausencias y brazos caídos.

«No es lo mismo con guitarra que con violín»

Hasta cierto punto, uno se tiene que reír. La actual Secretaria de la Familia ahora encuentra que tienen tanto trabajo que «imagínense ustedes, ¿cómo se pueden investigar 35,000 referidos?». Hombre, pero ese mismo argumento se pudo haber hecho en el caso de la administración anterior, a la cual se acusó de desatender aviesamente miles de querellas de maltrato a menores. Es decir que ahora ella pretende que le excuse de hacer su trabajo plenamente con un fundamento que antes no le pareció válido. En esto es que a ella se le ve el refajo de politiquera. Una servidora pública seria hubiera reconocido la enormidad de la tarea, independientemente de quién dirigiera la agencia. Ahora ella pide la comprensión que por motivos puramente partidistas no estuvo dispuesta a dar a la anterior incumbente, a quien le hizo imputaciones que ni siquiera han producido una acusación formal.

Empresarismo boricua tradicional

Hombre, tanto hablar sobre la importancia del empresarismo y el apoyo a la industria puertorriqueña -- sobre todo a las pymes --  y entonces allanan ¡en plena Navidad! una «destilería casera» de pitorro, bebida autóctona. Es el colmo de las políticas públicas contradictorias. A ese alambiquero lo que hay que hacer es respaldarlo en su iniciativa empresarial basada en una de las más auténticas y puras tradiciones borinqueñas: la elaboración de ron cañita. Tantas exenciones e incentivos que se le brindan a cualquiera que quiere poner el más pregrino de los negocios, y a estos esforzados productores de ron clandestino lo que hacen es perseguirlos. Lo menos que se debe hacer es que la Compañía de Turismo incluya algo así como «La ruta del ron cañita» en los recorridos turísticos por la zona montañosa y rural...