Abel y «Tata»

Abel hace «pasar las de Caín» para que se le elimine de la política activa, y María Milagros espera un milagro que la salve de la ruina política en la que se encuentra. A ambos parece que habrá que «matarlos en la raya» porque no se quieren dar por aludidos, aun cuando el primero  está en la antesala del penal y la segunda va por ese camino.

Pero, a pesar de dictámenes judiciales en uno y otro caso, ellos pretenden campear por sus respetos, como si estuvieran libres de polvo y paja o que lo sucedido fueran «pajitas que le caen a la leche». Como no tienen sentido del decoro, les parece que todo puede seguir igual y que todavía son presentables en sociedad.

El país tiene en sus manos el próximo noviembre hacer lo que de otra manera no ocurre.

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