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Mostrando entradas de mayo, 2020

El Tío Sam y su sobrino dominicano

No es posible olvidar - mucho menos perdonar - la complicidad de Estados Unidos con el trujillato durante 30 años . Al cumplirse hoy casi 60 años de «la muerte del Chivo», hay que recordar que los americanos hicieron posible su ascenso al poder y su permanencia sangrienta en éste. Mientras combatían  a la izquierda latinoamericana y subvertían a gobiernos progresistas, los yanquis apoyaban y respaldaban a la bestia dominicana en uno de los regímenes más atroces que el mundo haya conocido. Ese contubernio con Trujillo es uno de los ejemplos más claros de que a Estados Unidos nunca le han importado de verdad la democracia y los derechos humanos por los que dice luchar en las tierras que invade y donde pone y quita gobiernos, invariablemente, para mal. Porque, si le hubiera importado, no habría apoyado ni un solo día de esos treinta años a Trujillo. La Historia es clara: Estados Unidos tiene las manos manchadas con la sangre dominicana y haitiana derramada por Trujillo.

El «delito» de ser negro

El asesinato - porque así hay que caracterizarlo - de otro negro a manos de otros policías blancos, esta vez en la blanquísima Minnesota, es una muestra adicional de que, aunque de manera distinta, continúan los linchamientos. El racismo estadounidense es galopante, aunque ahora no sea a caballo, sino en coches policiales. Cualquier excusa es buena para «apuntarse» a un negro. Y luego, o no acusan a los policías, o los acusan y no encuentran causa probable, o los enjuician y salen absueltos, o si milagrosamente salen culpables, los condenan a penas ridículas. Con rarísimas excepciones, esa es la historia de los casos de negros muertos a manos de la policía en la «Gran Nación Americana». En fin, ser negro en Estados Unidos es un «delito» que apareja la pena de muerte, aplicada perentoriamente en sus calles.   

El independentismo propone...

La propuesta del senador independentista Juan Dalmau para hacerle justicia al consumidor de energía eléctrica - que somos casi todos - es más que meritoria, y como casi todo lo que el independentismo organizado propone es casi seguro que no se aprobará, porque al independentismo no se le puede reconocer mérito alguno dentro del infantilismo político en el que vivimos. Me daría un shock eléctrico, si le dieran paso. Hace décadas - por no decir siglos - que el país pierde el beneficio de grandes ideas y soluciones a sus problemas, meramente porque las propone la intelligentsia independentista y se las descarta de plano. De ahí que no hayamos resuelto o, por lo menos, paliado dificultades que nos aquejan, y para las cuales  el independentismo ha tenido mucho que aportar. Lo cierto es que muchos de los problemas de Puerto Rico son consecuencia directa de la falta de los poderes de la soberanía o se agravan por ello. Lógicamente, quien propone el fin del coloniaje está en mejor posición...

Algo poco práctico y mortificador

Entendiendo la necesidad de controlar la reapertura comercial para evitar un repunte de contagio, lo primero que escucho me parece una burocracia inmanejable que va a mantener a la mayor parte de la gente alejada del comercio al detal en grandes centro comerciales. Va a ser más cómodo y fácil seguir comprando por Internet todo lo posible, antes de someterse a un sistema de acceso absurdo e irreal. Me parece que las mascarillas y cierto distanciamento deben ser suficiente protección en la gestión de compra.  Creo que no tardarán en darse cuenta de que ese sistema de citas y tiempo limitado no va a funcionar porque, además de ser poco práctico, es una mortificación adicional a una gente que está harta de la cuarentena y el toque de queda. En primera y última instancia, cada cual es responsable de cuidarse, porque ningún gobierno puede hacerlo por completo para todo el mundo.

Satanás con sotana

Juan Pablo II tuvo buena prensa, sobre todo, por su papel en tumbar el comunismo soviético. Pero, el hombre tenía un lado muy oscuro. Aquellos que, cual Domingo de Ramos batieron palmas por la caída del Muro de Berlín, ahora deben darle con la cabeza al Muro de los Lamentos, por los 33 años de encubrimiento de la pederastia clerical y otras «misas sueltas» bajo el papado del santo apócrifo Juan Pablo II. La advertencia de que vendrían lobos cubiertos con pieles de ovejas se hizo realidad con sotanas de todas clases y colores, desde el Vaticano hacia abajo en la jerarquía católica. Y si es cierto lo de «la piedra de molino» para los que le hacen daño a los niños, ya sabemos el fin de Juan Pablo II.

Empresarios con Queseyó

El sector privado está lleno de malas costumbres. Una de ellas es querer todos los beneficios y ninguna de las responsabilidades. Su arrogancia es tal que pretende que se le concedan ayudas, exenciones e incentivos de todas clases y colores, sin tener que rendir cuentas. A estos señorones y señoronas les parece que al país le debe bastar con su palabra de que van a crear docenas, cientos o hasta miles de empleo, si se les entregan fondos públicos o se les deja de cobrar lo que tienen que pagar los otros hijos de vecino. Y con ese cuento le tienen un lao seco al fisco puertorriqueño. Sucede que estos Empresarios con Queseyó tienen sus representantes en La Fortaleza y en el Capitolio para que les legislen a su imagen y semejanza. De vez en cuando se investiga el fracaso de esa política pública subvencionista que ha sido llamada «mantengo corporativo» y se amenaza con retirarlo. Pero, no pasa nada. Al contrario, cada administración y Legislatura lo que hacen es aprobar más ventajas para s...

La pandemia del pillaje

Ciertos aspectos del manejo de la pandemia por parte del Gobierno de Puerto Rico ya dejan chiquito el escándalo del chat  que le costó la gobernación a Ricardo Rosselló el verano pasado. A Wanda Vázquez la ha «salvado» la pandemia porque, de lo contrario, el pueblo ya se habría tirado masivamente a las calles para exigir su renuncia y la de sus acólitos en este desastre legal y moral en la administración pública. Con cada día que pasa se descubren más detalles del entramado mafioso con el que se han lucrado o pretendido lucrar funcionarios y personajes del sector privado dentro y fuera de Puerto Rico. Lo menos malo que se puede decir de lo que se ha hecho es que este gobierno está lleno de unas personas extraordinariamente ineptas. Lo peor es que son unos corruptos de marca mayor. O quizá ambas cosas. Y si los acusaran, condenaran y sentenciaran por estas fechorías, deberían imponerles penas máximas de cárcel y multas, ambas cosas a discreción del tribunal.

La busconería colonial

Sin dejar de reconocer las necesidades que la pandemia ha generado o agravado en nuestro medio, hay mucha busconería en este río revuelto. En un país malacostumbrado a la dádivas disfrazadas de derechos ciudadanos, muchos se han sentado a esperar que el maná caiga del cielo federal, y no hacen por ellos mismos ni pa' Dios. Entonces lo que hay es lloro y crujir de dientes porque los americanos se tardan mucho en rescatarnos o acá somos muy ineptos en tramitar  lo que de allá mandan.  Mientras tanto, en otros países la gente se faja haciendo de tripas corazón, pero con la dignidad que nos falta a los puertorriqueños. ¡Vergüenza nos debería dar mostrarle al mundo tanta mendicidad, como si fuera la gran cosa depender tanto de otros!

"Running While Black"

La pandemia puso en pausa la cacería permanente de negros a manos de blancos en Estados Unidos, pero lo recién ocurrido en Georgia demuestra que la tregua se acabó. Un negro corriendo es un negro más que sospechoso de haber hecho algo malo. Y, de acuerdo con la justicia ancestral del Sur, le aplicaron la pena de muerte ipso facto.  Que el pobre muchacho hacía jogging  es irrelevante para el dúo de padre e hijo que se lo anotaron. The family that hunts niggers together... Según se reabre ese país hacia la normalidad, es «normal» que se reanude el genocidio individual y a plazos que los blancos llevan a cabo contra los negros y otra gente de piel más o menos oscura. Solo los optimistamente tontos creen que Estados Unidos es otra cosa que un país agresivamente racista.  El muchacho asesinado no se percató de que, a los ojos prejuiciados de la gente de Georgia, el ponerse a correr podía dar la impresión de que huía de una fechoría. Y olvidó que su color lo condenaba a muerte....

A tiros y empellones

Ya se asoma la violencia característica de los estadounidenses ante las normas adoptadas por la pandemia. En el país que todo lo resuelve a tiros comienzan a registrarse hechos de sangre o de otro tipo de violencia por parte de individuos que no aceptan que se les imponga el distanciamiento social, por ejemplo,en un establecimiento comercial o en un parque de recreación pasiva. Una vez más el acceso fácil a las armas de fuego contribuye directamente a que gente de esa calaña le quite la vida viciosamente a un guardián privado en una tienda. Por otro lado, un «gracioso» empujó al agua de un lago a un guardabosque que llamaba la atención sobre el comportamiento incorrecto de unos visitantes. Mucho me temo que este es solo el comienzo de los problemas muy serios en el país en que todavía se vive la fantasía del Wild West.

Una lección latinoamericana

Resulta evidente que Estados Unidos no es ni remotamente un buen modelo a seguir ante la pandemia. El consenso de opinión, incluso en ese país,  es que su respuesta a la crisis ha sido desastrosa. De poco le ha valido todo ese dinero y recursos de los que se jactan incesantemente. En contraste, países con menos lo han hecho mucho mejor. Cuba y Costa Rica, por ejemplo. Así que, a un país como Puerto Rico le conviene más mirar a nuestro entorno que continuar enfocado exclusivamente en el tambaleante Coloso del Norte. El éxito de países como los citados se explica por un compromiso patriótico y social, una visión de mundo que le es desconocida a la mayoría estadounidense, una nación fundada en el egoísmo, el individualismo extremo y el interés económico por sobre todas las cosas. La creencia de que todo se resuelve con dinero se ha estrellado contra la durísima realidad de esta pandemia. El país más rico del mundo es el más enfermo, y no sabe cómo mejorar. Al final, han valido más la ...