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Mostrando entradas de julio, 2019

¡Arde la colonia!

El problema con una renuncia de Rosselló es que, a corto plazo, nos dejaría en manos de Rivera Marín, un remedio peor que la enfermedad. No que el resto de la línea de sucesión sea mucho mejor, pero el Secretario de Estado es demasiado desastroso como para que se encargue de lo que queda del gobierno de Puerto Rico. Al paso que esto va el próximo gobernador será un americano mandado por el Presidente de Estados Unidos, como en los viejos tiempos del siglo 20. Si bien la colonia nunca ha sido un modelo de gobernanza, el descalabro actual es de tal naturaleza y magnitud que amerita que se tomen medidas extraordinarias para atenderlo. Desde el punto de vista de la metrópoli, el proceso de desmantelar el poco gobierno propio que comenzó con la Junta de Control Fiscal podría culminar en el nombramiento de un gobernador para el país. Eso o darnos la independencia, para desentenderse de este desastre. Ojalá fuera lo segundo, que aquí hay gente buena y capacitada para gobernarnos.

Del lugar de cada cual

El escándalo de la intervención indebida de un subcontratista gubernamental en programas de salud del gobierno federal y del de Puerto Rico demuestra lo perniciosa que puede ser la participación demasiado amplia del sector privado en los asuntos de gobierno. La intervención de elementos privados en la gestión pública debe ser en dosis pequeñas y controladas, pues, de lo contrario, se corre el riesgo de que se desvirtúe la naturaleza de la política pública por manos de quienes funcionan principalísimamente por el ánimo de lucro. La función de apoyo, que es la que legítimamente debe realizar el elemento externo, no debe asumir un carácter protagónico como el que le corresponde a los funcionarios electos o nombrados por la autoridad competente. Un alegado o supuesto conocimiento pericial de asesores o consultores no debe ser fundamento para que se le permita una intervención indebida o interferencia en los procesos de gobierno, usurpando poderes que no le corresponden.

Más turbados

El Gobernador se canta <<perturbado>> por la corrupción en su gobierno. Imagínese  el lector cómo estamos todos los demás, viendo que en esta segunda generación del rossellato se repite, pero como <<combo agrandado>>, la que ya conocimos en la Era de Pedro. El país está más turbado, pues, habiendo puesto su confianza en este joven que lo convenció de que venía con un gran Plan para Puerto Rico y la mejor de las intenciones, se ve empantanado en una corrupción a todos los niveles que no parece tener fin. Lo mejor que uno podría decir de él es que no sabe escoger a su gente, pero eso no lo releva de responsabilidad, ya que se ha mostrado renuente a actuar hasta que lo obligan las circunstancias. Se <<enamora>> de unos funcionarios, los defiende a ultranza, aun cuando no lo merecen, y finalmente sale de ellos cuando no tiene otro remedio. Eso es lo mejor que se podría decir, porque ya hay quienes han dicho lo peor: que conoce lo que pasa y no actú...

Cojones contra cojones

Como Estados Unidos, por sus cojones, le impone a sus ciudadanos y, lo que es peor, a los del resto del mundo castigos y restricciones de todo tipo para hacer valer sus disgustos con tal o cual país, hay que tener los cojones para retar al Imperio de todas las formas posibles. El país que se jacta de ser el más libre de la Historia recurre con demasiada frecuencia a la falta de ella para adelantar su agenda imperialista, imponiendo su voluntad en todo el orbe. Entre amenazas de sanciones económicas y confiscaciones de bienes basadas en una extraterritorialidad muy acomodaticia y de dudosa legalidad internacional los americanos pretenden regir el mundo arbitraria y caprichosamente. Si Estados Unidos no quiere tener relaciones con un país, ese es su derecho y se le respeta. Lo que no es admisible es que utilice su gran poder económico y militar para obligar a otras naciones a que se le unan en su disgusto. No hay ser humano sobre la faz de la tierra que no resienta este abuso de poder....

Un Caribe incompleto

Una vez más, se reúne parte del Caribe del que somos parte geográficamente hablando, pero del que no somos parte políticamente hablando. Y no lo somos  porque estamos secuestrados por un Imperio que no quiere que pongamos nuestros ojos en otros que, con menos, han tenido la valentía de forjar su propio destino, en lo que cabe hacerlo.  A eso se añade la sumisión congénita de los colonizados, quienes ven en cualquier acercamiento que no sea al Imperio una deslealtad o hasta traición a éste. Así se explica que una de las islas principales del Caribe no esté presente en una reunión en su entorno natural, por estar ensimismada en los problemas que la propia condición colonial le causa o le agrava, pendiente solamente de lo que se diga y se haga en el Norte, en esta servidumbre en el siglo XXI, de la cual sus vecinos se liberaron hace tiempo.

FI[L]FA

Me parece que esto de la invitación del Presidente de FIFA al gobernador Rosselló es filfa. Ese hombre no debe saber ni que Puerto Rico existe; mucho menos, quién es el Gobernador. Nuestro país tampoco es una potencia en el fútbol, ni siquiera en el Caribe, así que para qué la deferencia con nuestro <<gobernante>>, que tampoco gobierna gran cosa. Lo otro es: el que invita paga, así que los gastos de la familia Rosselló, incluidos los de la escolta, correrán de cuenta de la FIFA. Pero, eso no se vería bien, sobre todo en estos momentos, cuando se investigan sobornos y pagos indebidos a nuestros funcionarios, y el FBI anda suelto buscando meter preso a lo que queda del Gobierno de Puerto Rico. Todo parece indicar, sin embargo, que “Ricky” protagonizará esta <<novela>>, pues, seguramente, Beatriz no se querrá perder la ocasión de hacerse unos “selfies” con el Arco del Triunfo de fondo.

El desdén hacia la cultura puertorriqueña

La denuncia de la pérdida de obras de artistas puertorriqueños en edificios públicos es una muestra  más de la indiferencia de nuestros gobiernos con las cosas del país. Mientras los otros países conservan su patrimonio artístico, no solo por su valor intrínseco, sino por el atractivo turístico que representa, el nuestro le presta  muy poca atención  y lo deja perder.  Se trata de una actitud que nace de la incomodidad que produce en la colonia todo aquello que afirma nuestra nacionalidad e identidad como pueblo caribeño y latinoamericano, en un entorno asimilista y colonial. Como el arte está casi siempre comprometido con la libertad y los otros valores que aquí se desdeñan, sus expresiones no son bien vistas o son valoradas inferiormente. En consecuencia, no se les cuida adecuadamente, mientras se apoyan  otras manifestaciones acordes con la agenda transculturadora  del asimilismo político, social y cultural.

El cuento de la novela

El Gobernador pretende despachar como <<una novela>> las denuncias de <<mafia institucional>> hechas, precisamente, por un expersonero de su gobierno. Supongo que para él, Maldonado, padre e hijo, son una especie de Alexandre Dumas, pere et fils, y Rosselló se asigna el papel de <<El conde de Montecristo>>. Que se cuide porque Edmundo Dantés se pasó unos cuantos años a la sombra. Si esto es una novela, aquí hay más personajes y enredos que en las de Balzac. La trama se complica por día, y ello hace pensar que mucho de cierto tiene que haber en todo esto. Si no fuera así, desde ahora habría que proponer a los Maldonado para el Premio Nobel de Literatura 2019.