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"...como el oso..."

Tiene "bemoles" la señora que le preguntó a Dayanara por qué se casó con Marc Anthony a pesar de la fealdad de éste, según su apreciación. Pero, nuestra bella no supo contestar porqué amaba a la "bestia", voviéndose un "ocho" y hablando de que tenía que defender al padre de sus hijos para que éstos no se traumatizaran en el futuro por tener un padre considerado feo por una señora en Plaza Las Américas. "Dayi" debió "matar" a la señora, diciéndole que Marc tiene encantos ocultos, pues ningún mortal puede reclamar haber "levantado" a una Miss Universe y a Jennifer López - que es una reina sin título en cualquier galaxia - entre set y set de su vida salsera. El tipo tiene que tener algo que no tienen todos esos Mr. Universe que andan por ahí. A mí no me molestaría ser así de "feo."

Una vida gris

La explicación de que se haya escogido aplicar la pena de muerte a un soldado de Estados Unidos 47 años después de la anterior ejecución surge claramente de su foto. Ronald A. Gray es negro y la combinación de ser un homicida y violador múltiple, con el color de su piel, es letal. En momentos en que un negro se dirige a paso firme hacia la Casa Blanca, su actual ocupante le dirige este mensajito subliminal de que a los negros que se portan mal les acecha la muerte... y a los que se portan bien, también. No es creíble que en casi medio siglo no haya habido buenos candidatos para el patíbulo militar, pero, como ha quedado demostrado en esos aguajes que llaman juicios militares en estos últimos siete años, la mejor defensa es ser blanco. Así que cuando Uncle Sam quiere demostrar que es un equal opportunity executioner , saca del dead file un caso de hace veinte años de este nigger, y lo guinda a pleno sol.

"Venezuela, muchas gracias."

Con los defectos que pueda tener, Hugo Chávez tiene un mérito indiscutible: le ha hecho frente al imperio norteamericano, rechazando el papel servil que la mayoría de los gobernantes latinoamericanos - antes y ahora - se ha limitado a asumir. El hombre ha hecho más; ha tomado la batuta para servir de ejemplo a otros a que se atrevan a funcionar a despecho de los designios de Washington, D.C. No se ha callado ante Juan Carlos ni ante Bush, porque el hombre de piel cobriza del Sur no tiene por qué seguir acatando mansamente lo que le diga el hombre blanco del Norte. Ya lo había dicho el viejo Betances: "No quiero colonia ni con España ni con Estados Unidos." Si hiciera falta algo más para verlo con mayor simpatía, Chávez, el que no se calla, se ha hecho eco de Bolívar, al pedir "la libertad para Puerto Rico." El sabe que la independencia de América Latina no está completa mientras Borinquen no sea libre.

Coto a Cotto

El resultado de la pelea de Cotto y Margarito confirma el viejo adagio boxístico de que "un peleador bueno y grande se gana a un peleador bueno y más pequeño." Con contadísimas excepciones, ésa es la historia del boxeo. La ventaja natural que le brinda la mayor estatura y el mayor alcance suele ser decisiva. El boxeador más bajito y de brazos más cortos tiene que acercarse al otro para intentar golpearlo, y ello lo coloca en una posición muy vulnerable frente al que puede golpear desde una distancia que le resulta cómoda. Uno que otro superdotado ha logrado imponerse, a pesar de esas condiciones naturales desfavorables, pero no es lo usual. Por eso, Margarito le puso coto a Cotto.

Un héroe olímpico

No tiene que ganar medalla; ni siquiera ir a China: el joven judoka puertorriqueño ya es un triunfador, a mis ojos y a los de los demás boricuas de buena conciencia. Su compromiso con nuestra independencia y con la causa de Vieques lo ha consagrado en algo que es más importante que la victoria deportiva. El valor moral de asumir las consecuencias del ideal libertario, tan duras en este suelo, lo enaltece mucho más que la más dorada de las preseas.

Mester de porquería

La verdad es que disputarse la paternidad del reguetón "no tiene madre." Por mí que se la adjudiquen a los panameños; éste es uno de esos casos en que "botaron la criatura y criaron la placenta", musicalmente hablando. Fuera de unos cuantos que se han enriquecido con esa bazofia, el mundo estaría mejor sin ese adefesio ¿musical? Y todavía hay gente reputadamente cuerda y seria que ha llegado a afirmar que esto es un nuevo "mester de juglaría" o algo así. Debería haber un círculo del infierno dedicado especialmente a quienes crean eso.

Nuestro día infame

Al dirigirse al Congreso al día siguiente del ataque a Pearl Harbor, Roosevelt bautizó para siempre el 7 de diciembre de 1941 como " a date which will live in infamy." La versión criolla de la fecha infame es el 25 de julio, primero de 1898, luego de 1952 y finalmente, de 1978. La entrada de las tropas invasoras por Guánica ocurrió en esa fecha. Poco más de medio siglo después, muy ladinamente, Muñoz Marín la escoge para consumar el fraude monumental del encubrimiento de la colonia en el disparatado ELA. Y hoy, hace treinta años, el odio que esa misma colonia siembra en el alma torcida de algunos de sus hijos tuvo el vómito de sangre en el Cerro Maravilla. Rescatemos esa fecha, para que un 25 de julio no muy lejano podamos celebrarlo en desagravio de todo lo anterior, gritando a todo pulmón: ¡Viva Puerto Rico libre!