Un baño de paciencia

Pues habrá que bañarse menos. Bromeo. No pienso dejar mi costumbre de ducharme dos veces al día, a pesar de ese «golpe de agua» que el gobierno se empeña en darnos. Y digo se empeña porque es una burla que, a la vez que se anuncia un aumento sustancial en la tarifa básica del agua, se reconozca nuevamente que se sigue perdiendo un gran porciento del agua, por salideros, y que el propio Gobierno es el principal deudor de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados. Es decir que el Gobierno no paga el agua que consume, pero nos la cobra cada vez más cara a los ciudadanos. En un país civilizado y normal, se buscaría tapar los salideros y cobrarle a los morosos, antes de decretar un aumento tarifario.

Pero, no somos ni civilizados ni normales.

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