De cara al sol

En las democracias, la norma general es que los asuntos de interés público se ventilan públicamente, de manera que el pueblo pueda enterarse de primera mano y que ello abone a su transparencia.  En este sentido, resulta extraño que la Cámara de Representantes se niegue a la petición del legislador Luis Farinacci para que las audiencias de su caso sean públicas.  Véase que, distinto de un caso de relaciones de familia de una pareja cualquiera - en el cual se puede solicitar que el proceso sea privado - en éste el problema familiar convertido en denuncia de delito rebasa el entorno íntimo y tiene como consecuencia la posible expulsión del representante.  Habiendo este interés de por medio, y siendo el propio perjudicado quien lo solicita, no debe haber impedimento para acceder a lo pedido.

En la vida pública, las decisiones tomadas a puertas cerradas siempre resultan sospechosas de arbitrariedad, favoritismo o procesos amañados.  No debe haber objeción a que se escuche y se observe a los testigos de cargo, así como a la prueba que el legislador presente, para que se hagan realidad los postulados democráticos que decimos defender.

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