Navidades en septiembre

La propuesta de legalizar durante el periodo navideño el ron «cañita» - bebida preparada clandestinamente en nuestros campos - resulta simpática, pero pierde de vista la esencia de la cuestión. Como buen boricua, en una que otra ocasión me he dado un «trancazo» - término correcto para describir su consumo - a despecho de su ilegalidad. Pero, es que eso es precisamente lo que nos motiva a beberlo. Una vez se legalice, es decir, que Hacienda cobre un impuesto por su elaboración, y Salud lo someta a sus normas sanitarias, entonces, ¡para que rayos va a querer uno beberlo! Hombre, lo que hay que hacer es decretar una moratoria en la aplicación de la ley, y dejar a los alambiqueros quietos, para que vendan su producto sin temor a que se lo destruyan o les pongan una multa, pero siempre desde la clandestinidad.

Ése sería el mejor regalo navideño para todos.

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